Draymond Green ocupó líneas y menciones antes, durante y después del Game 5 de las Finales entre Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers. Y no por su actuación, claro, sino por su ausencia: por la polémica sanción, por la posible celebración y por el modo en que sus compañeros iban a pagar, pagaban y pagaron su baja.
Ahora Green vuelve con tanta energía que no quiere esperar a la noche del jueves en el Quicken Loans Arena de Cleveland para ofrecer titulares. Lo hace ante la prensa y lo recoge ESPN: «Creo firmemente que si hubiera jugado el Game 5, ganábamos. Pero no lo hice porque me puse en una situación en la que no podía jugar».
Los Cavs esquivaron la primera bala y colocaron el 3-2 en la serie tras vencer 112-97 con una exhibición nunca vista de LeBron James y Kyrie Irving. Además, los Warriors perdieron a su ancla australiana, Andrew Bogut, que no podrá ayudar al equipo en el próximo choque en Ohio y que tampoco estaría disponible en un hipotético séptimo partido.
Pasar página
La vuelta de Green se plantea clave para la franquicia de Oakland en todos los aspectos del juego y en aquellos que escapan a las estadísticas. El ala-pívot con misión de pívot quiere pasar página: «He superado la sanción. Eso fue el Game 5; ahora estamos en el Game 6 así que ya queda atrás. Tenemos una oportunidad de hacer algo que no sé si se ha conseguido antes… ganar el campeonato en el pabellón de otro equipo dos años seguidos. Tenemos esa oportunidad. Es divertida. Será duro». No sería inédito, pero casi. Lo hicieron los Celtics en 1968 y 1969 y en un escenario inmejorable para la leyenda verde: Los Angeles.
Candidato claro a MVP de las Finales antes de la suspensión y candidato con alguna opción en la actualidad, el ’23’ de los Warriors intenta aprender de sus errores. «Cada uno tiene su opinión y ya no importa», dice sobre la decisión de la NBA de castigarle tras revisar su encontronazo con LeBron. «Tengo que ser mejor y no ponerme en una posición en la que pueda existir una decisión, una investigación. No hago justicia a mi equipo estando con ropa de calle viendo el partido en el estadio de los A’s (Oakland Athletics)».
«Fue brutal, todo el día. Uno de los días más raros de mi vida, sabiendo que mi equipo se estaba preparando para un partido. Sabiendo que no puedo ir a ayudar a mis chicos, que no puedo ni estar cerca. Ese día fue una montaña rusa de emociones». Tuvo que ser un espectáculo ver a Green frente a la pantalla mientras Cavaliers y Warriors intercambiaban golpes en un duelo brutal, por utilizar la misma palabra.
Podría perderse el séptimo
El peligro para Green y para su equipo no termina con el cumplimiento de la sanción. Una nueva flagrante o dos faltas técnicas en el sexto partido supondrían una nueva suspensión para el séptimo y decisivo encuentro, en caso de que sea necesario. El de Michigan State conoce su situación pero saltará a ‘The Q‘ con la intensidad que le caracteriza y con ese estilo de juego que tan difícil de contrarrestar resulta para sus rivales.
«Independientemente de eso, creo que tengo que salir y jugar a lo mío. Existen esas estrechas líneas que sabes que no puedes cruzar, pero no estás cerca de esa línea en todas las jugadas. Es un partido de baloncesto, así que solo en algunos momentos lo estás. Simplemente tengo que asegurarme de estar sereno cuando lleguen esas situaciones, controlar mis emociones y canalizar esa energía para usarla de una forma positiva que ayude a mi equipo». Sabias palabras. Para conocer los hechos, mañana nueva cita imperdible a partir de las 3 de la madrugada en la España peninsular.