Que los árboles no te impidan ver el bosque.
La temporada que está cuajando Stephen Curry está fuera de toda habilidad editorial para calificarle. Es tan conocido ese rendimiento como fundado que no es la única clave en el éxito cosechado por los Warriors.
La (positiva) sombra del base es muy alargada, cierto. Pero no podemos obviar en ningún momento a jugadores del enorme calado de Klay Thompson o Draymond Green, imprescindibles en todo lo que están disfrutando nuestros ojos.
En una de esas advertencias para no olvidar lo remarcado, flota una estadística generada durante la pasada madrugada y que es del todo impresionante.
Y es que Green, con los 13 puntos, 8 rebotes, 6 asistencias y hasta 3 tapones que logró ante Utah alcanzó un hito no sólo a nivel de su organización, sino en el cómputo de toda la liga:
Se convirtió en el primer jugador de la NBA desde que se contabilizan tapones y robos (temporada 1973-74) en llegar al menos a los 1.000 puntos, 500 rebotes, 500 asistencias, 100 robos y 100 tapones en una sola temporada. Casi nada.