Los últimos meses de James Harden han dado mucho que hablar. Pidió el traspaso, se incorporó tarde a la pretemporada tras saltarse el protocolo contra el coronavirus, ha estado jugando con lo que parecía cierta falta de forma física, ha cargado contra los Rockets al señalar que no tenían equipo para competir y ha terminado en Brooklyn Nets. Resumen rápido sí, pero falta una pieza del puzzle: Mike D’Antoni.
Compartiendo vestuario en Houston con el veterano técnico es cuando Harden ha estado más cerca de ser campeón de la NBA –cayó 4-3 en las finales de la Conferencia Oeste ante Golden State Warriors en 2018– y ha coincidido con su mejor desempeño a título individual, ese que le ha llevado a ser máximo anotador de la Liga tres años consecutivos y a ser nombrado MVP justo en 2018. Su afecto por D’Antoni nunca ha sido un secreto, y si la partida de Daryl Morey a los Sixers le acercaba a Philadelphia, la del coach a Brooklyn no empujaba menos.
El 13 de septiembre, tras ser eliminados de playoffs por Los Angeles Lakers, D’Antoni daba por finalizada su etapa en Texas en busca de nuevos horizontes. Para finales del mes de octubre ya había encontrado trabajo. Los Nets, con Steve Nash, el que fuese su pupilo en Phoenix, le acogía como entrenador asistente. ¿Influyó eso en la petición de traspaso de Harden? Quizás.
Poco antes de de D’Antoni decidiese salir de Houston, el ahora jugador de los Nets declaró públicamente que deseaba que siguiese entrenando a los Rockets. Si tal era la estima incluso cuando el equipo no funcionaba como hacía un par de años, la idea de un nuevo reto, con aspiración de anillo, y con D’Antoni a su lado, debía seducir a The Beard. Y así lo hizo. Sin poder asegurar que pidiese su marcha a Houston por el adiós del técnico, es indudable que su predisposición a marchar a territorio neoyorquino está totalmente ligada a ello. Y por si quedaban dudas, él mismo las despeja ya como jugador de Brooklyn.
«Claro que ha sido parte de mi decisión. Mike es un entrenador increíble. Lo ha estado demostrando durante mucho, mucho tiempo. Obviamente, Mike fue un factor. Estar cómodo junto a él, estar cómodo con Kevin, conociendo a Kyrie… Se trata de piezas que hicieron que todo fuese más fácil. Obviamente, estando él en Brooklyn, era algo lógico», comenta al periodista Brian Lewis de New York Post.
Desde la perspectiva de los Nets el reencuentro de ambos apunta a ser muy positivo. Los neoyorquinos han ido con todo para tener en su plantel a Harden junto a Kevin Durant y Kyrie Irving. El primer día, aún sin tener al base en activo, la fórmula funcionó tan bien como para que el escolta All-Star firmase un triple-doble. Queda por ver cómo encajan los tres, pero contar con D’Antoni, quien mantiene una gran relación con Harden y sabe cómo sacar lo mejor de él, es sin duda un factor a tener muy en cuenta.
(Fotografía de Tim Warner/Getty Images)