Los partidos entre Golden State y Sacramento se han convertido en garantía de diversión. Los dos últimos duelos disputados entre ambos se habían decidido por un solo punto de diferencia, y el de esta madrugada, que ha caído del lado de los Kings por 133-134, ha dado continuidad a esta extraña racha. Y lo ha hecho con un protagonista de lo más inesperado.
Harrison Barnes se ha tomado su tiempo, pero por fin ha tenido su revenge game contra la que fuera su primera franquicia en la NBA. El alero ha firmado la mejor anotación de su carrera al alcanzar los 39 puntos, superando los 36 que logró ante Portland en 2021 en una noche en la que todas y cada una de sus canastas fueron necesarias para mantener al frente a los suyos y soportar las arremetidas locales.
Barnes demostró desde el principio que esta iba a ser una buena noche para él, con 11 tantos en el primer cuarto con los que fue demostrando su puntería desde el triple, que sería su principal arma a lo largo de la noche. Con un 7/12 desde el perímetro, aprovechó que Saric, su defensor durante gran parte de la noche, estaba muy pendiente de ayudar en la defensa sobre Sabonis para penalizar el espacio que se le concedía, algo que también hizo cortando hacia canasta para lanzar desde media y corta distancia. En total, Harrison convirtió 14 de los 24 tiros que intentó, nutriendo de puntos a los suyos en una noche de gran ritmo anotador.
Los puntos de Barnes ayudaron a que Sacramento fuese ganando casi de principio a fin, pero no a construir una gran ventaja ante unos Warriors que les respiraron en la nuca en todo momento y que nunca se fueron demasiado por detrás. De la mano de Stephen Curry y Jonathan Kuminga, autores de 33 y 31 tantos respectivamente, el cuadro de Kerr se mantuvo a un tiro de piedra durante toda la segunda mitad, y con la llegada del último cuarto ambos dieron un paso adelante con el que tratar de tomar las riendas. Combinándose para 23 puntos en los últimos 12 minutos, protagonizaron algunos de los mejores minutos de los suyos, que culminaron cuando, primero rematando un alley oop y luego con otro mate, Kuminga puso a los locales por delante por primera vez en toda la segunda mitad a falta de 48 segundos para el final (133-132).
Fox, muy bien defendido por Curry, no pudo anotar en la siguiente posesión visitante, pero un buen rebote de Keegan Murray dio otra posesión a los Kings, que fue a parar esta vez a manos de Kevin Huerter, quien, solo en el triple, tampoco pudo retomar el liderato. Sin embargo, tras un complicado rebote el balón permaneció en manos de Sacramento, y esta vez Huerter aprovechó su gravedad para atraer a dos defensores y asistir a un Sabonis que se lanzó al aro para poner el 133-134.
Golden State buscó entonces a Kuminga, que se hizo espacio hasta debajo del aro pero se encontró con un Harrison Barnes que, cuando parecía haberse apagado como anotador, emergió de nuevo como héroe con un tapón fundamental. Y aunque los dos fallos de Huerter desde el tiro libre volvieron a dar otra posesión a los Warriors para ganar, la gran defensa de Fox y el propio Kevin sobre Curry impidió que este llegara a lanzar a canasta y dio a los Kings su 25º triunfo del curso.
(Fotografía de portada: Ezra Shaw/Getty Images)