Alzarse entre los primeros puestos del draft siempre trae consigo grandes expectativas. Se espera que el jugador que llega como uno de los mayores talentos jóvenes del mundo lo demuestre desde el día uno, pero no siempre es así. El salto a la NBA siempre supone un proceso de adaptación a los que algunos se acostumbran más rápido que otros. Los novatos suelen ser jugadores marcados por la ineficiencia y una impulsividad fruto de su corta experiencia.
Este año esos males han afectado con severidad a Jalen Green, número dos del pasado draft tildado de excesivamente caótico desde el comienzo del curso. Ahora, con menos focos encima por el pobre contexto competitivo de los Rockets y apurando su primera temporada NBA, el joven cree haber encontrado su ritmo. «Ha sido un poco lento [el periodo de adaptación. Pienso demasiado durante los partidos y simplemente debería dejarme llevar» dice en una charla para The Athletic.
En términos generales, su temporada sigue siendo demasiado errática, pero en el mes de febrero al menos ha conseguido estabilizar sus porcentajes, llegando al 44% en tiros de campo y 36% en triples. Uno de sus grandes problemas era el nivel de autoexigencia al que se sometía, martirizándose en exceso por cada tiro errado. Ahora ha sabido dejar eso atrás y poder centrarse en cosas más relevantes. «Repeticiones y vídeo. Saber cuándo tienes que atacar o continuar con la jugada. Creo que ahora soy bastante más eficiente y agresivo».
Green no solo tiene el talento, sino una ética de trabajo inusual. Su entorno le describe como rata de gimnasio, mientras miembros de la franquicia aseguran que ‘vive’ allí. El chico le pidió consejo a Curry para mejorar sus problemas con el tiro, y lo que escuchó le gustó, pues se trataba de trabajar sin descanso hasta pulir su mecánica. Los entrenadores coinciden en que su ejecución de tiro es mucho más suave ahora que hace unos meses y que eso le ha ayudado a ir encajando el resto de piezas. Quizás no llegue a disputar un puesto en el primer quinteto de una camada de rookies brillante. Pero con esa fijación por el trabajo diario, hay jugador NBA para rato en Houston.
(Fotografía de portada de Arturo Holmes/Getty Images)