El pase es un don tradicionalmente asociado a los jugadores de menor talla. Pero si algo merece la pena extraer de la morfología del baloncesto moderno es la diferenciación por capacidades y no por posiciones adheridas a un número de pies y pulgadas. Y poder decir con la boca bien grande que Larry Bird, LeBron James, Magic Johson y Nikola Jokic miran a la cara de cualquier gran pasador que haya existido sin sentir vergüenza.
Josh Giddey es base de profesión, mide más de 2 metros y, como era de esperar por los párrafos que preceden a este, es el mejor pasador de la actual camada de novatos. Lidera la tabla de rookies en pases por partido, asistencias, asistencias potenciales, porcentaje de posesiones que terminan en asistencia y es el que mejor cuida el balón de las pérdidas entre los jugadores novatos con porcentaje de uso equiparable al suyo.