«No tengo palabras. Es un día maravilloso. Tengo muy presente por todo lo que he pasado y es simplemente una bendición, estoy muy agradecido de poder estar aquí».
Jeff Green estaba emocionado tras el partido que Boston disputó ante Phoenix. 365 días antes se encontraba en un quirófano para someterse a una complicada intervención quirúrgica para reparar un aneurisma en su arteria aorta.
El alero de los Celtics está totalmente recuperado, y así lo demostró anoche con dos impresionantes mates ante los Suns.