Denver ha puesto la directa. Tras el parón por la celebración del All-Star los chicos de Michael Malone están demostrando por qué son los actuales campeones de la NBA y lo difícil que será destronarlos, y es que con la victoria de anoche ante Toronto por 125-119 acumulan un 9-1 después del mencionado fin de semana de las estrellas.
Suena todo a pedir de boca, pero no fue tan así ante los Raptors. Aunque los de Canadá hace tiempo que echaron el cierre a la temporada, la realidad es que por momentos fueron muy superiores a los Nuggets; tanto es así que llegaron a estar 21 puntos arriba en el tercer cuarto… Fue todo un reto para Denver, que necesitó otra actuación estelar de Nikola Jokic y la ejecución de Jamal Murray para terminar llevándose el triunfo.
El dos veces MVP de la NBA firmó el triple-doble número 126 de su carrera al acabar con 35 puntos, 17 rebotes y 12 asistencias, hoja estadística a la que añadió seis robos (cuatro en un tercer periodo en el que los de locales se impusieron 42-30). Tras ver al Joker sacar a pasear su varita mágica, Murray completó el trabajo con 12 de sus 26 puntos en el último cuarto.
«Sabíamos que nuestra energía era mucho mejor en la segunda mitad que en la primera y que eso nos devolvería a la pelea por el partido. No sé en qué momento nos pusimos por delante, me distraje. Lo cierto es que hicimos un buen trabajo al no estar pendientes del marcador, sino simplemente de jugar duro», comenta Murray.
Para acabar doblegando a Toronto los de Colorado también contaron con 19 puntos tanto de Aaron Gordon como de Michal Porter Jr.. Para este segundo fue un partido muy especial, ya que delante, vistiendo la camiseta de los Raptors, tenía a su hermano Jontay Porter, quien logró 14 tantos.
«Estoy muy feliz por Jontay. No sólo por el hecho de que esté haciendo esto, sino también por la forma en que jugó. Fue un momento especial estar juntos ahí fuera», señala.
Unos Raptors en cuadro
Sin Scottie Barnes, Chris Boucher, Gary Trent Jr., Immanuel Quickley y Jakob Poeltl los Raptors plantaron batalla. Los 26 puntos de R.J. Barrett y los 24 de Kely Olynyk hicieron que los Nuggets tuviesen que emplearse a fondo. Sobre esto –la remontada de los locales– el entrenador de Toronto, Darko Rajakovic, tiene claro que era una posibilidad en la segunda parte.
«En un partido de la NBA, estando 20 puntos arriba o 20 abajo, nunca puedes darlo por acabado. Sabía que cuando salieran después del descanso iban a ser más agresivos. Enfrentarnos a esos momentos e intentar manejarlos es una oportunidad de aprendizaje para nosotros», sentencia.
(Fotografía de Patrick Smith/Getty Images)