Tras los chascos del Mundial de Indianápolis (jugaban en casa y fueron sextos), en 2002, y el de Japón, 2006 (plantel de lujo y bronce), nació lo que conocimos en su día como el Redeem Team. El ángel redentor en tal caso fueron los mejores jugadores de los Estados Unidos y la NBA, que después de años haciendo la cobra a las citas de baloncesto FIBA, se conjuraron para recomponer el orden mundial y volver a reunir el prestigio perdido en los certámenes FIBA.
Después de eso, oro en tres Juegos (2008, 2012, 2016), dos Mundiales (2010 y 2014) y 13 años invictos en encuentros oficiales con jugadores NBA, hemos entrado en una nueva etapa. La era en la que las diferencias entre los internacionales americanos y el resto del mundo son invisibles. O eso cree un doctor honoris causa como Kobe Bryant, campeón olímpico por partida doble, en Pekín y Londres.
«No se trata de que el resto del mundo se esté poniendo al día con los Estados Unidos ahora, es que el resto del mundo se ha ido poniendo ya al día durante bastante tiempo. Y eso nos lleva al punto ahora de que en USA ganaremos algunos torneos, y también perderemos otros. Y así es como funcionará», pudo alegar Kobe en declaraciones recogidas en China por el periodista Brian Windhorst (ESPN).
No es que Kobe considere que ya no será un barrido tras otro solo cuando no jueguen los mejores figurantes NBA (como en este Mundial), sino que opina que las diferencias de antes ya no existirán aunque acuda la más selecta gama de altos cargos.
«Hay que recordar que con el Redeem Team necesitamos los cuatro malditos cuartos para ganar a España. Y eso con el enorme equipazo que teníamos. Aun así necesitamos un empujón final muy grande para ganar a España en la final. Así que yo digo que aunque vayan los mejores jugadores, también así vamos a tener retos por delante. No será más un paseo militar. Los días de Barcelona 92 con el Dream Team se han acabado. Se acabó. Así que será duro», terminó Kobe Bryant.
Palabra de campeón NBA, olímpico, MVP y uno de los mejores de la historia.
(Fotografía de portada: Lintao Zhang/Getty Images)