El actual base de los Toronto Raptors, Kyle Lowry, tendrá que tomar una decisión muy importante este verano acerca al próximo capítulo de su historia en la NBA.
El jugador se convertirá en agente libre y su continuidad en Toronto está en el aire. Tanto que su nombre formó parte activa en varias negociaciones antes del cierre de mercado. Además, equipos como los 76ers o los Knicks no le pierden de vista.
Uno de los requisitos que tiene que cumplir su próximo destino es que le suponga un reto lo suficientemente ambicioso como para silenciar a sus críticos. «Es un factor importante porque disfruto del desafío de que la gente me pase por alto a mí o a mi equipo», afirmó el veterano jugador según recoge el medio The Athletic.
Naturalmente, el aspecto económico también emergerá como otra premisa inamovible. Informaciones previas sugieren que estaría buscando un acuerdo por dos años y 50 millones de dólares. «Mi familia jugará un papel vital. Además, ya sabes, el dinero habla. Los años hablan. Seamos realistas. Al final quiero asegurarme de que mi familia sea atendida por generaciones», señaló.
Lowry ha cerrado el curso con unos promedios de 17,2 puntos, 5,4 rebotes y 7,3 asistencias en sus 46 apariciones. Su participación durante el segundo tramo de la temporada fue bastante limitada, incluidas siete ausencias consecutivas finales. El base compartió que este escenario fue una decisión tomada de manera colectiva para preservar su estado físico de cara a la agencia libre y también ayudar a los Raptors a evaluar su talento joven.
La franquicia canadiense se quedó fuera del play-in tras registrar un récord de 27-45, lo que supone el fin a una racha de siete temporadas consecutivas disputando los playoffs. A mayores, los Raptors disfrutarán de un potencial pick entre las primeras diez posiciones en el próximo draft.
(Fotografía de portada de Mike Ehrmann/Getty Images)