Brooklyn está confuso. En el seno de la organización existía optimismo de cara a que Kyrie Irving se acabara vacunando, lo cual le permitiría estar con el equipo a tiempo completo. Sin embargo, siguen pasando los días y ya se ven enfrentando un escenario en el que deberían aceptar acoger al base a tiempo parcial o, quizás, tomar alguna decisión difícil respecto al futuro de su jugador.
El nerviosismo está creciendo en territorio neoyorquino tanto como la incertidumbre es alimentada por Irving. La franquicia cree haber dado los pasos correctos al escuchar a su All-Star, haberle apoyado en todo momento y darle la información oportuna para que entendiese las ventajas de la inoculación y cómo de importante era para el equipo. La cuestión es que la situación parece haber quedado congelada y según información de ESPN la paciencia del equipo puede ir llegando a su límite con el paso del tiempo.
La realidad es que los Nets están preparándose para la posibilidad de que deban enfrentar los entrenamientos y partidos en casa sin Irving; eso sí, manteniendo la posibilidad de negarse a que eso termine ocurriendo. Tras el último entrenamiento en Nueva York, en el cual no estuvo el point guard, Steve Nash llegó a ser cuestionado por si cambiarían el lugar en el que se ejercitan para así poder acomodar a Irving. El head coach fue tajante a la hora de rechazar tal idea. Por ahora hablamos de un día pero… ¿y lo que viene por delante?
En lo que resta de pretemporada los Nets tienen programado pasar un solo día en la carretera para enfrentarse a Philadelphia, lo cual quiere decir que Irving solo podría entrenar o jugar con el equipo una vez en 10 días. Tal circunstancia se repetiría en varias ocasiones durante la regular season, ya que poco después de comenzar Brooklyn tendrá hasta seis partidos consecutivos en casa, lo que apartaría a Irving 11 días… Ya a finales de año, entre noviembre y diciembre, la franquicia tiene programados 20 de 26 días en Nueva York… Sí, es una auténtica locura el tiempo que estaría Kyrie alejado de sus compañeros.
Perdiendo 380.000 dólares por noche
Así es. La NBA anunció hace una semana que los jugadores no vacunados dirían adiós al salario correspondiente a cada partido no jugado. En el caso concreto de Irving hablamos de 380.000 dólares que volarían cada vez que los Nets jugasen en casa y él no pudiese estar sobre el parqué, ya que tiene un salario anual de 35,3 millones de dólares. Ya fuese por este motivo o por no poder jugar, Andrew Wiggins ha terminado vacunándose. Toca esperar para saber si Kyrie hará lo mismo.
Porque en el caso de Irving parece que ni el bolsillo o un anillo en el horizonte están haciendo que varíe lo más mínimo su ruta. La temporada pasada ya se ausentó en varias ocasiones por motivos personales (conversión al Islam) y fue multado por no atender a los medios de comunicación. En Brooklyn empiezan a estar algo incómodos por sus problemas extra-deportivos.
Durant y Harden, pareja contender
He aquí otra de las piezas del puzzle. Los Nets se siguen viendo como un aspirante al campeonato si su plantilla se acaba ciñendo a rodear a dos estrellas como son Kevin Durant y James Harden. Es por ello que el futuro de Irving en el equipo es cada día que pasa más incierto. Con un contrato que concluye el próximo verano a expensas de una opción de jugador, Brooklyn ya habría iniciado los contactos para cerrar una extensión con el base. Sin embargo, esta aún no se ha producido y en estos momentos parece incluso lejana. Adrian Wojnarowski habla sobre la posibilidad de que la organización acabe tomando decisiones difíciles, una forma velada de comentar que un traspaso a corto plazo no está descartado. Mientras, el propietario de la franquicia, Joe Tsai, mandó un mensaje claro asegurando que espera ver a Irving jugar todos los partidos. Nada está claro en estos momentos salvo que Irving tiene en vilo a todo un equipo, desde los despachos hasta la pizarra de Nash.