La NBA ha vuelto como nunca. Sin un dominador claro y con un traspaso que ha agitado por completo todas las previsiones, pero también con una larga retahíla de ausencias a corto y largo plazo. El hecho de jugar inmersos en una pandemia mundial y el haber tenido un descanso muy inferior a lo habitual entre temporadas está poniendo demasiados obstáculos para que la Liga no se despegue de su cauce natural. A las bajas por la COVID-19 hay que sumarles otras de más gravedad como las de Spencer Dinwiddie, Klay Thompson o Markelle Fultz. Sin lugar a duda, estos percances están siendo la parte más negativa de lo que llevamos disputado.
A esta larga lista de jugadores que no estarán disponibles para su equipo se suma la de Russell Westbrook. El base de los Wizards ya se ha perdido dos encuentros, y pese a que la baja estimada era de tan solo una semana su lesión de cuádriceps es mucho más grave de lo que parecía. Según Quinton Mayo, periodista de NBC Sports Washington, el ex de los Thunder se perderá de tres a cuatro semanas. Una noticia que no llega precisamente en buen momento para los del capitolio, que han empezado con un balance de 3-8 este curso 2020/2021.
Además, la baja del de Long Beach se une a otra importante lesión para los de Scott Brooks, la de Thomas Bryant. En plena rampa de ascenso, el center titular se rompía el ligamento cruzado de la pierna izquierda, lo que le privará de volver a jugar con los Wizards esta temporada. A sus 23 años se había asentado como un jugador importante para la franquicia, tanto por su presente como por su futuro. Ahora, la gerencia ya piensa en un posible sustituto que llegue mediante esa disabled player option de 4,2 millones que seguramente les concedan.
El futuro del equipo no pinta nada bien, justo el verano que Bradley Beal demandaba una mejora competitiva se están codeando entre los peores equipos de la Liga. El traspaso de John Wall a cambio de Russell Westbrook no está siendo para nada beneficioso y el encaje del que fuera MVP está en duda. Los problemas de entendimiento en ambos lados de la cancha podrían acabar con la paciencia del escolta que no deja de mandar indirectas a la gerencia. En once enfrentamientos tan solo han logrado tres victorias, dos de ellas sin Russ.
(Fotografía de portada de Tim Nwachukwu/Getty Images)