Aun en una temporada un tanto irregular, Damian Lillard sigue siendo capaz de aparecer a la hora de la verdad. Pese al cambio de hora en Estados Unidos, los relojes marcaron el Dame Time en el Crypto Arena de Los Angeles, donde los Bucks se impusieron a los Clippers por 117-124 gracias a un brillante cierre del base, que rescató a los suyos en una noche que se les iba atragantando pese a las ausencias de Kawhi Leonard, Paul George y Russell Westbrook en los locales.
Lillard ya arrancó el choque muy enchufado, con cuatro triples en sus cuatro primeros intentos que fueron allanando el terreno para lo que vendría, pero lo cierto es que su exhibición tardó tiempo en coger forma. Tras este arranque fulgurante, la defensa local se hizo mucho más agresiva sobre él, concediéndole mucho menos espacio para el tiro, llevándole a la pintura, y, aunque logró sumar algunas canastas allí, aprovechando su falta de altura para dificultarle la situación. Y en mayor o medida, funcionó.
El pick & roll o los mano a mano con Giannis Antetokounmpo fueron la forma en que los Bucks decidieron corregir esta tendencia, una jugada a la que recurrieron quizás más que en ningún otro partido. Y quizás de forma más eficaz que en ningún otro partido. Con la amenaza del griego en la continuación, la defensa no pudo centrarse en cerrar todos los espacios al ex de los Blazers, que a base de internadas al aro y con tres triples sumó 16 tantos en el último cuarto y llegó a los 35 en total, acabando con la igualdad que había reinado en el marcador hasta el momento y dando a Milwaukee su 42º triunfo.
Antetokounmpo, por su parte, terminó con 34 a pesar de que, quizás por las molestias que arrastra, se le notó algo falto de la explosividad habitual, especialmente a la hora de finalizar en el aro. Ambos terminaron además con 11 y asistencias respectivamente, convirtiéndose en los primeros compañeros en sumar al menos 30 puntos y 10 asistencias en el mismo partido desde 1980 y los primeros en la historia en hacerlo sumando además 7 rebotes.
Todo ello fue necesario para doblegar a unos Clippers que respondieron bien a la baja de sus estrellas, con varios hombres dando un paso adelante y manteniendo a los californianos en el encuentro. El pick & roll entre James Harden e Ivica Zubac comenzó siendo su arma principal, buscando explotar las dificultades de los Bucks para frenar esa jugada, pero con el paso de los minutos fueron otros jugadores los que fueron reclamando protagonismo y los locales encontraron nuevas formas de hacer daño.
Norman Powell, con sus 26 tantos, fue el máximo anotador angelino, seguido por los 18 de Zubac y los 16 que sumaron tanto Terance Mann como Amir Coffey. Con 17 rebotes ofensivos, los de Lue fueron agresivos en esta faceta y lograron compensar con agresividad y segundas opciones la falta de talento individual para anotar, pero acabaron notando las ausencias a la hora de la verdad y, tras un tramo de la temporada en el que llegaron a luchar por el liderato del Oeste, parece que empiezan a caerse de esa pelea.
(Fotografía de portada: Ronald Martínez/Getty Images)