Llegar y besar el santo. Damian Lillard se estrenó como jugador de los Bucks como si llevara 10 temporadas dándoles victorias casi cada noche. Con una actuación estelar, el base comandó el triunfo de Milwaukee por 118-117 ante unos combativos 76ers, que aun con la baja de James Harden pelearon hasta el final y estuvieron cerca de arruinar el estreno del flamante fichaje de los de Wisconsin.
Pero Lillard no estaba dispuesto a dejar que tal cosa ocurriera. Con 39 puntos, Dame firmó el mejor debut de la historia de la franquicia y dejó claro desde el primer día qué es lo que puede aportar a nivel de generación ofensiva y de determinación en el clutch. Tras una gran irrupción en el segundo cuarto se fue al descanso con 21 tantos y poniendo al Fiserv Forum en pie, pero fue en el cuarto parcial cuando terminó de elevar su actuación y llevarla de verdad a otro nivel.
Porque, en contra de lo que pueda parecer, no estaba siendo un partido excelso del base si quitamos los minutos de explosión del segundo cuarto. Su impacto se hizo notar, sí, pero no estaba teniendo una noche especialmente acertada como bien refleja el 4/12 en triples con el que terminó. Pero fue llegar la hora de la verdad y la cosa cambió radicalmente.
En los últimos cuatro minutos de partido Lillard sumó 14 de sus tantos, o lo que es lo mismo, anotó 14 de los últimos 16 puntos de los Bucks. Giannis, que nunca se había visto con un jugador así a su lado, tomó un rol más pasivo en el clutch y dejó a su nuevo compañero cocinar. Primero con un triple, luego un par de penetraciones a canasta, otro triple y un perfecto 17/17 desde el tiro libre para redondear la noche y frustrar los intentos de unos 76ers que respondían a todo pero que no pudieron con la letalidad del base. En Milwaukee ya han ajustado sus relojes. Ya es Dame Time en el Fiserv.
Giannis y Embiid arrancan despacio
No puede hablarse en términos tan positivos del arranque de liga de Giannis Antetokounmpo, quien tuvo más problemas para adaptarse a Lillard que viceversa. El griego, como se esperaba, ejerció mucho más como bloqueador para recibir en la continuación del pick & roll, faceta en la que tuvo problemas a la hora de tomar decisiones y terminar de encajar. Ni estuvo del todo agresivo atacando el aro, ni aprovechó las ayudas para encontrar a sus compañeros, ni logró, en general, hacer de esta una dupla letal desde el primer día. La buena noticia para él es que quedan 81 más antes de que empiecen los playoffs.
Con 23 puntos y 13 rebotes no puede decirse que firmara un mal encuentro, pero sí dejó síntomas de estar todavía arrancando, algo que también le ocurrió a Joel Embiid. El camerunés, autor de 24 tantos, tampoco mostró su cara más agresiva en ninguno de los dos aros, abusando en exceso de la media distancia en ataque, lo que le hizo quedarse en un 9/21 en el tiro, y protagonizando un par de acciones perezosas en defensa en las que no salió a puntear tiros de Brook Lopez y permitió al pívot local convertir tres triples. Y es que el de los 76ers viene de jugar un solo partido de pretemporada, y esa falta de ritmo se hizo notar
Philadelphia tuvo que tirar del descaro de otros dos jugadores, uno de ellos un Kelly Oubre Jr. convertido definitivamente en el protagonista inesperado de la noche. El alero solo falló 2 de los 11 lanzamientos que intentó, alcanzando así los 27 puntos en un más que prometedor debut con unos 76ers a los que puede dar muchísimo en ataque. Su tiro exterior y su capacidad para encontrar los huecos de la defensa fueron una pesadilla para los locales durante casi toda la noche, aunque lo cierto es que, tras el mate con el que puso el 94-100 en el marcador a falta de 7 minutos, su contribución fue prácticamente nula.
Y es que Nurse fio desde entonces la ofensiva a Tyrese Maxey, que en ausencia de Harden ejerció como playmaker del equipo y respondió a la perfección. Sus 31 puntos y 8 asistencias así lo demuestran, y de hecho su juego de dos con Embiid estuvo a punto de permitir a los suyos sobreponerse al parcial de 12-0 encajado en el último periodo. Su obstinación hizo que se llegara con vida hasta el último instante, pero Lillard tuvo respuesta para cada uno de sus intentos de acercarse en el marcado e hizo que el primer triunfo de la temporada se quedase en Milwaukee.
(Fotografía de portada: Patrick McDermott/Getty Images)