Los Bucks empatan la serie con su versión más arrolladora

Los Bucks han empatado las Finales del Este y lo han hecho de forma más que contundente. El cuadro de Budenholzer se ha cobrado la venganza de la derrota del Game 1 con una descomunal paliza, pues se han llevado el segundo encuentro por un 125-91 que habla por sí solo. Los Hawks fueron un juguete en manos de Milwaukee, que ofreció su imagen más arrolladora en estos playoffs (a la par del segundo partido ante Miami) y viajarán a Atlanta con la serie igualada pero con la confianza renovada.

Y es que, tras un primer cuarto algo más parejo, los de Wisconsin fueron una apisonadora en el segundo, y lo fueron principalmente gracias a su defensa. Tras sufrir horrores para frenar a Trae Young en el primer partido, en esta ocasión supieron tanto reducir los espacios que le cedían en el perímetro como negarle el floater con el que tanto castigó, obligándole muchas veces a soltar el balón y dar pases que, gracias al gran funcionamiento de las ayudas, llegaban a robar. El base llegó a cometer 8 pérdidas en la primera mitad, síntoma de la presión a la que los Bucks le sometieron.

Esto, sumado a su buen trabajo en el rebote defensivo, dio muchas opciones a Milwaukee de correr y anotar en transición, un apartado en el que los Hawks tuvieron muchos problemas debido a sus malos balances. Así se forjó el parcial de 20-0 que rompió el choque por completo en el segundo cuarto, aunque los Bucks, lejos de contentarse, siguieron elevando una diferencia que llegó a ser de hasta 41 puntos y que hizo que prácticamente toda la segunda mitad estuviera constituida por minutos de la basura.

Giannis Antetokounmpo terminó el choque como máximo anotador con 25 puntos, a los que añadió 9 rebotes, 6 asistencias y 2 robos en otra actuación dominante en la que llevó en volandas a los suyos en sus mejores momentos. Jrue Holiday le siguió con 22 tantos y 7 asistencias, mientras que Khris Middleton terminó con 15.

No obstante, quien dio un paso adelante más claro con respecto al primer encuentro fue Brook López. El pívot, a quien Budenholzer sacó del Game 1 en el último cuarto debido a su incapacidad para contestar los floaters de Young, estuvo esta vez mucho más preciso en defesa, sabiendo salir lo justo para molestar sin perder la posición y metiendo manos de forma inteligente para cortar los intentos de pase interior. Además, estuvo muy fino en ataque, lo que le hizo acabar con 16 puntos y 3 robos de balón y reivindicar su importancia en el sistema del equipo.

Por el lado visitante, fue el propio Trae quien terminó como máximo anotador a pesar de su mala noche. Aun con su 1/8 en triples y sus 9 pérdidas, lideró a los suyos con 15 tantos, mientras que Danilo Gallinari y John Collins sumaron 12 y 11 respectivamente.

Si algo bueno tuvo el duelo para Atlanta fue que permitió volver a ver a Cam Reddish, que no jugaba desde finales de febrero por culpa de unos problemas en el tendón de Aquiles. La gran cantidad de minutos intrascendentes permitió a McMillan darle tiempo en pista, y el sophomore respondió dejando algunas buenas acciones y sumando 11 puntos en los que 17 minutos de los que dispuso. Veremos si esto hace al técnico apostar por él en otros momentos de la serie o si su participación sigue quedando relegada a este tipo de momentos.

(Fotografía de portada: Stacy Revere/Getty Images)


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