Los Denver Nuggets siguen sin saber lo que es perder en el Ball Arena esta temporada. En el que fue su noveno partido como locales, los vigentes campeones se impusieron por 134-124 a los Houston Rockets, ante quienes sufrieron un tropiezo en su reciente visita al pabellón texano pero a quienes pasaron por encima en su casa.
Si bien la distancia final no fue excesivamente amplia, el conjunto de Malone transmitió siempre la sensación de tener el duelo controlado. Por delante de principio a fin y con una ventaja de dobles dígitos durante toda la segunda mitad, no hubo mucho que los visitantes pudieran hacer para intentar tomar el mando del encuentro, pues si bien los descansos de Nikola Jokic les permitían apretar ligeramente las cosas, cuando el serbio volvía a pista sus esperanzas se desvanecían.
El pívot terminó con 32 puntos, 15 asistencias y 10 rebotes, una de esas líneas estadísticas descomunales que de alguna manera son el pan de cada día para él. Jokic firmó así su séptimo triple-doble de la temporada, y lo hizo con la habitual eficacia en sus lanzamientos (12/19) y con un parcial de +29 en sus minutos en pista que hizo más evidente si cabe su importancia para el equipo.
Murray está de vuelta
Con todo, la gran noticia para Denver fue el regreso de Jamal Murray, que tras 11 partidos de baja pudo reaparecer y dar más armas a un plantel que le había echado de menos (balance de 6-5 en su ausencia). Si bien solo pudo disputar 22 minutos y, con un 4/14, estuvo desacertado, su mera presencia fue un soplo de aire fresco para los suyos, tanto por su juego de pick & roll con Jokic como por la forma en que permite equilibrar mucho mejor con los quintetos. Con 16 tantos y 6 asistencias, volver a verle fue una alegría para las gradas del Ball Arena, que también pudieron disfrutar del acierto exterior de Michael Porter Jr., el mejor escudero con 30 puntos.
Los Rockets, que no pudieron contar con Fred VanVleet, evidenciaron por su parte sus problemas lejos de Houston, donde todavía no han estrenado su casillero de victorias. Pese a la gran noche de Jalen Green, que terminó con 26 tantos y 9 asistencias, y los 22 puntos con los que le acompañó Alperen Sengun, el cuadro de Udoka no terminó de engancharse al duelo, y acabó siendo una víctima más de unos Nuggets que ofrecieron una versión que da pocas opciones a quien tienen delante. El tropiezo deja a los texanos con un balance de 8-8, que les permite seguir en puestos de play-in pero no sin mirar por el retrovisor para ver cómo se acercan Clippers y Warriors.
(Fotografía de portada: Matthew Stockman/Getty Images)