Al descanso del partido, si es que realmente lo hubo, más de uno se preguntó si los Knicks se habían presentado porque los Pacers literalmente les arrollaron de principio a fin. Los neoyorquinos tocados física y mentalmente se toparon ante un vendaval ofensivo con cuatro o cinco marchas más que ellos.
La diferencia entre ambos fue tan bestia que solo en los primeros 24 minutos de juego los Pacers ya tenían a cuatro jugadores en dobles dígitos anotadores por tan solo dos de los Knicks (uno de ellos fue el reserva Burks).
Y tan fundidos estaban los Knickerbockers que los Pacers lo vieron muy claro, y se ensañaron desde el salto inicial. Eran más rápidos, tenían más ganas y se mostraron más agresivos en el rebote. Un sinfín de calificativos positivos que podría estar así hasta el día de mañana. En resumidas cuentas, que no hubo partido. Victoria aplastante para los de Rick Carlisle por 121-89 para igualar las Semifinales (2-2) y cuidado con ellos en su retorno a la Gran Manzana, ya que están más frescos, con menos lesionados y, sobre todo, con la moral por las nubes después de pasarlo francamente mal en el tercer partido donde Nembhard les salvó el trasero desde el triple.
La estrella Tyrese Haliburton fue su máximo exponente con 20 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias; seguido de hasta cinco compañeros que también aportaron dobles dígitos anotadores: Pascal Siakam (14); Myles Turner (13); Obi Toppin (14), Isaiah Jackson (10) y un T.J. McConnell con un doble-doble en su haber (15 puntos y 10 asistencias).
En los Knicks, Tom Thibodeau lo vio tan negro que a mediados del tercer periodo decidió dar descanso a sus titulares, y especialmente a un Isaiah Hartenstein que dio el susto en la primera mitad al lastimarse un hombro en una dura caída.
Alec Burks lideró la anotación con 20 puntos; seguido por un Jalen Brunson (18) que se vio sobrepasado en todo momento. La estrella de los Knicks no estuvo nada fino y por si fuera poco sufrió una torcedura del tobillo muy al principio que seguro que le condicionó durante el resto de la noche.
«Él dice que está bien. Seguirá hacia delante», dijo Thibodeau en declaraciones recogidas por SYN.com.
Como apunte final estuvo la gran diferencia en los porcentajes de acierto. Indiana rozó el 60% en general y disparó mediante un 45% en triples. Y todo lo contrario sucedió en los neoyorquinos con apenas un 32% en tiros de campo y un gris 17% desde la larga distancia.
Las Semifinales regresan al Garden el próximo 15 de mayo para disputar el quinto encuentro con la seria duda de O.G. Anunoby, y también la de Hartenstein por lo acontecido esta noche.
«No ha sido solo la ausencia de OG. OG ha estado fuera durante gran parte de la temporada. Así que no podemos utilizarlo como una excusa», señaló Thibs.
(Fotografía de portada: Dylan Buell/Getty Images)