La era de Kevin Durant en Golden State no pudo empezar peor. Los Warriors se llevaron un serio correctivo en su primer partido de la temporada ante San Antonio, mucho más sólido como conjunto y con varias apariciones estelares, tanto esperadas como sorprendentes. El resultado final fue muy claro sobre lo visto en la cancha, con un rotundo 100-129 a favor del equipo tejano. Kawhi Leonard, con 35 puntos (récord de carrera) fue el principal verdugo, aunque no el único, de Golden State.
KD's first bucket as a Warrior 💦 https://t.co/xI3C7CeXZh
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El inicio fue prometedor especialmente para Kevin Durant, quien tomaba la responsabilidad ofensiva de Golden State y dejaba su sello también en defensa, siendo un mejor protector interior que el ineficiente Zaza Pachulia. Pero San Antonio parecía bien preparado para aguar la fiesta de presentación de los nuevos Warriors. Kawhi Leonard iba poco a poco entrando en calor, LaMarcus Aldridge le ganaba el duelo con nitidez a Draymond Green y los Spurs se encontraban con un arma inesperada desde el banquillo como Jonathon Simmons.
El héroe inesperado
El alero, en su segunda temporada NBA, ha tenido una carrera difícil. En 2013, tuvo que pagar $150 para poder presentarse a las pruebas de la D-League, tras solo un año en la NCAA (en la devaluada universidad de Houston) y sin apenas reconocimiento de los ojeadores de la liga. Los Austin Spurs le dieron por fin una oportunidad y, desde ahí, pudo saltar la temporada pasada a la NBA. Tras un debut más que correcto en 2015-16, su explosión llegó a lo grande en el lujoso escenario de un partido de la noche inagural de la campaña por televisión nacional.
Kawhi does everything. https://t.co/Qc0z5frof1
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Simmons fue clave desde el primer cuarto para atemperar los ánimos de Golden State, lanzados primero por Durant y luego por Stephen Curry, con un hipereficiente partido a ambos lados de la cancha. Acertado desde fuera del arco, su aportación desequilibró la lucha de banquillos, con el equipo entrenado por Steve Kerr pagando en las rotaciones su débil segunda unidad. Al descanso, el partido empezaba a presentar un marcador sorprendentemente abultado (66-46), y la segunda mitad no fue mejor para los Warriors.
Un Kawhi de récord
Kawhi Leonard acabó de minar la moral de Golden State con una agresividad ofensiva que empieza a asemejarse a la defensiva. Sin miedo alguno a lanzar, el alero se siente cada vez más cómodo como la principal referencia en ataque de Gregg Popovich. Su impresionante tercer cuarto fue la puntilla para evitar cualquier intento de remontada de Golden State, que acabaría rindiéndose en los minutos finales. Con el partido sentenciado, para colmo, Jonathon Simmons remataba su gran noche con un matazo sobre JaVale McGee en la última posesión del partido.
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La derrota puede tener efectos terapéuticos para Golden State, tanto para calmar expectativas como para evitar relajaciones. Pero, a la vez, muestra a un equipo todavía por construir, absolutamente dependiente de sus estrellas, con un Zaza Pachulia transparente y con un banquillo que echa de menos a jugadores como Leandro Barbosa, Marreese Speights o Festus Ezeli. Mucho por trabajar para Steve Kerr, que sufrió de primera mano cómo va a ser la competencia ante equipos más hechos y armados como San Antonio.
35 puntos, con un 15/15 en tiros libres, 5 rebotes, 3 asistencias y 5 robos fue el balance final de Kawhi Leonard en una de las mejores noches de su carrera. LaMarcus Aldridge aportó 26 puntos y 14 rebotes, mientras que Jonathon Simmons acabó con 20 puntos en otro partido para el recuerdo, dejando como testimonial el descafeinado debut de Pau Gasol (2 puntos en 18 minutos) con San Antonio. Por Golden State, Kevin Durant (27 puntos) y Stephen Curry (26) tuvieron una buena noche individual, pero insuficiente para evitar una paliza que seguirá doliendo en los próximos días.