Se supone que ganar al equipo con peor balance de la NBA no debe ser una tarea excesivamente complicada para un conjunto como Oklahoma City, pero anoche los Thunder debieron emplearse a fondo para conseguir la victoria en un partido que no tuvo apenas atractivo.
“Me sorprende que os hayáis quedado hasta el final”, dijo Scott Brooks en rueda de prensa al término del choque.
Los Thunder ganaron por 92–84 a los Timberwolves en una noche en la que no pudieron contar con Kevin Durant, lesionado en el dedo gordo del pie.
Russell Westbrook logró 18 puntos y Serge Ibaka hizo uno de sus mejores partidos del año al sumar 13 puntos, 19 rebotes, 2 robos y 2 tapones. Anthony Morrow y Reggie Jackson aportaron 14 tantos cada uno.
Los Wolves finalizaron la noche con un 34,1% en tiros de campo, su peor cifra de la temporada. Andrew Wiggins fue el máximo anotador con 23 puntos, seguido de Thaddeus Young con 22.