Un clásico en la NBA. Ocurre a menudo que el «rival más débil» es capaz de amargar la noche al equipo que camina en solitario como líder de la liga.
Eso fue lo que estuvieron a punto de hacer anoche los Brooklyn Nets. Sin embargo, los Golden State Warriors apoyados, una vez más, en un excelso Curry que sacó a relucir su magia en la segunda mitad, salvaron los muebles y mantienen vivo el récord de la imbatibilidad (99-107).
Los Nets, inmunes a su casillero de victorias (1-8) salieron como un vendaval, reflejándolo en el primer cuarto (36-21), y desde primera hora dejaron claro cuales serían los dos jugadores en los que sostendrían su amenaza.
Jarret Jack, su base referencia desde la salida de Deron Williams, concluyó el choque con 28 puntos y 9 asistencias, mientras que Thaddeus Young, 26 puntos, 10 rebotes 3 asistencias y 2 robos, también se mostró tremendamente activo. Brook Lopez, 18 puntos y 9 rechaces, sería el tercer y último jugador visitante que terminaría con dobles dígitos en anotación.
Iggy y Green
A falta de cinco minutos para finalizar el choque, los Warriors, que no contaron con Klay Thompson por problemas en la espalda, ya habían logrado contrarrestar la diferencia y se ponían arriba en el marcador. Desde entonces hubo dentelladas y continuas permutas de liderazgo.
Los Nets estaban empeñados en dar la sorpresa, tanto es así que a falta de nueve segundos vencían de tres. Inexplicablemente decidieron no hacer falta para enviar a los Warriors a la línea de personal, y aquí surgió la figura de Andre Iguoldala para meter el triple que daba el empate y la prórroga. Iguodala finalizaría con 15 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias.
No menos capital fue la aportación de Draymond Green, quien lograría el segundo triple-doble de su carrera con 16 puntos, 12 asistencias y 10 rebotes.
En el tiempo extra no hubo color. Los de Bahía Blanca arrollaron con un 10-2, y donde Iggy repartió hasta tres asistencias.
Curry supera a su padre
El pundonor mostrado por un equipo acostumbrado a ganar pero que también sabe remar, tuvo otro premio individual.
Stephen Curry fue nuevamente el mejor del encuentro. Sus 34 puntos y 6 asistencias vinieron acompañados de un 5/16 desde el triple. Un flojo porcentaje que sin embargo fue suficiente para batir otro récord. Necesitaba acertar sólo tres lanzamientos desde 7,25 para superar los 1.248 triples que su padre, Dell Curry, anotó a lo largo de toda su carrera profesional.
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