Hacía meses que se esperaba este día. El que fuese niño prodigio en el Real Madrid (2015-2018) regresaba a casa convertido en uno de los mejores jugadores del mundo con la camiseta de Dallas Mavericks. Todo estaba preparado al más mínimo detalle, pero lo que era para Luka Doncic una de las noches más ilusionantes de su vida quedó en parte marcada por un pequeño tinte de amargura, ya que el día antes del encuentro ante los blancos sufrió una distensión en el gemelo izquierdo.
Fue un golpe, pero no uno definitivo. Doncic empezó como titular para jugar exactamente 4 minutos y 54 segundos. Fue una pequeña muestra de lo mucho que puede y quería hacer, pero no por ello se le borró la sonrisa. Ya fuese sobre el parqué, con duelos ante ex compañeros (y amigos) como Sergio Llull y Rudy Fernández, o desde el banquillo, bromeando y divirtiéndose en todo momento, la estrella de los Mavs demostró que lo de anoche era una fiesta. Que se quedase en nueve puntos –ya tiene mérito en cinco minutos– es anécdota.
Más allá de lo que se vio sobre el parqué, que fue mucho hasta que el Madrid se impuso por 127-123 –a nadie le sorprendió una remontada blanca–, la noche contó con varios homenajes a Doncic, quien por momentos se vio abrumado ante tantas muestras de cariño.
Uno de los instantes más emotivos de la noche llegó cuando se anunciaron los nombres de todos sus compañeros menos el suyo. Justo en ese momento se emitió por el videomarcador un vídeo de sus mejores momentos con el Madrid, el cual estuvo seguido por una grada de coreó su nombre. Tras recomponerse, tuvo unas pequeñas palabras para los aficionados. «No sé que decir, es un día especial para mí. Muchas gracias a todos». Y por si faltaba algo, el presidente del club, Florentino Pérez, le otorgó la insignia de oro y brillantes como socio de honor del Real Madrid. Simplemente inolvidable para Luka.
Nadie se quiso perder la fiesta de Luka. Ex compañeros como Anthony Randolph o Trey Thompkins estuvieron presentes y fueron testigo de la entrega de una réplica de la décima Copa de Europa conquistada en 2018 con el esloveno en el equipo. Todo fueron detalles para él, quien sabedor de que no podía corresponder con baloncesto a tanta generosidad, regaló constantemente su sonrisa a los presentes a modo de agradecimiento.
«Todo fue muy especial»
Acabado el encuentro, Doncic atendió a los medios para explicar sus sensaciones sobre lo vivido en el WiZink Center de Madrid. Como era de esperar, lamentó el hecho de que una inoportuna lesión no le permitiera estar más tiempo sobre el parqué.
«Todo fue muy especial. El vídeo cuando me introducen, la réplica del trofeo de la Euroliga… todo ha sido muy muy especial. Llevaba esperando todo el verano este partido, ayer tuve un poco de mala suerte. Nadie quería jugar más que yo, seguro. Al margen de no poder jugar, todo ha sido muy especial en este día. Ver a mis compañero de antes ha sido especial, tengo una relación especial con ellos. Encontrarme con Florentino Pérez ha sido también un momento muy especial. Siempre he tenido buena relación con él. Ojalá haber podido jugar más, estaba muy cabreado», sentencia.
(Fotografía de Borja B. Hojas/Getty Images)