Malik Beasley tratará de reparar su imagen en los Jazz

La temporada 2022-23 supondrá un nuevo comienzo en la carrera profesional de Malik Beasley. El escolta fue enviado a los Utah Jazz como parte del traspaso que acabó con Rudy Gobert en los Minnesota Timberwolves. Junto a él también hicieron las maletas rumbo a Salt Lake City sus compañeros Jarred Vandebilt, Patrick Beverley, Walker Kessler y Leandro Bolmaro, además de cuatro selecciones futuras de primera ronda.

Cerrada su etapa en Minneapolis, Beasley tratará no solo de avanzar en su periplo en la NBA sino también reparar su imagen ante los ojos de la liga. El jugador fue arrestado en septiembre de 2020 tras apuntar con un arma a una familia que estacionó su vehículo fuera de su casa, donde, además, agentes de la policía hallaron narcóticos y numerosas armas, una de las cuales se confirmó como robada, de acuerdo a una información de ESPN.

En febrero de 2021, Beasley fue condenado a tres años de libertad condicional sujetos a medidas estrictas como no consumir alcohol y drogas, y una prohibición de por vida a poseer armas de fuego. Además de hacer frente a 120 días —de los que cumpliría 87, según el medio KSL Sports— de trabajos comunitarios. Por parte de su por aquel entonces franquicia, los Timberwolves, la sanción se estableció en doce partidos sin poder jugar.

Ahora, el nuevo miembro de los Jazz quiere demostrar que ese capítulo de su vida ha quedado atrás. «He pasado por muchas cosas en los últimos años», admitió Beasley. «Mi objetivo principal es ser mucho mejor fuera de la cancha. Mi familia ha sido una gran influencia para mí. Mi terapeuta también lo ha sido porque ahora recibo ayuda semanalmente. Así que seguiré siendo fuerte, dentro y fuera de la cancha».

Los números y la relevancia de Beasley se vieron afectados tras aquel incidente. A pesar de disputar 79 partidos para los Timberwolves, sus números cayeron hasta los 12,1 puntos y 2,9 rebotes en 25,0 minutos, cuando el anterior curso alcanzaron los 19,6 puntos y 4,4 rebotes en 32,8 minutos.

El contrato de Beasley estará garantizado para la temporada 2022-23 a razón de 15,5 millones de dólares. Sin embargo, la opción de equipo que recoge el curso 2023-24 puede significar su salida a la agencia libre en el verano de 2023. Así, de su rendimiento durante esta temporada dependerá la duración y cuantía de su próximo acuerdo en la NBA.

A sus 25 años y con seis temporadas en la liga a sus espaldas, Beasley quiere dejar atrás ese pasado conflictivo, más allá de la implicación directa que pueda tener en su carrera como jugador. «Estaba cansado de cometer los mismos errores una y otra vez. No quiero volver a pasar por eso», asegura el de Atlanta. «Creo en las segundas oportunidades. Creo que todo sucede por una razón así que siento que puedo hacerlo mejor en el mundo.»

(Fotografía de portada de David Berding/Getty Images)


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