Malik Monk reivindica una oportunidad en Charlotte

Como toda temporada NBA, esta no se ha librado de situaciones extrañas. Y en ese escenario, el de la dificultad para encontrar la causa de algunas cosas que suceden, se encuentra el año que está viviendo Malik Monk en Charlotte Hornets, quien ha pasado del ostracismo a brillar en el cierre del ejercicio.

El escolta llegaba a la Liga como número 11 del Draft y con la vitola de ser un anotador compulsivo. Con ese cartel, los de Carolina del Norte lo seleccionaban tras haber deslumbrado en Kentucky con 19,8 puntos de promedio. Todos esperaban verlo en acción y comprobar que su capacidad para sumar puntos podía tener reflejo en la mejor competición del mundo. Ese era el plan. La cuestión es que apenas duró una decena de partidos.

Tras irse hasta los 21,7 minutos por noche en octubre, Monk fue viendo como su papel en el equipo se fue reduciendo hasta salir de la rotación. Stephen Silas, quien ocupó el banquillo durante la ausencia de Steve Clifford, explicó en diciembre la falta de tiempo en pista de Monk señalando que querían ganar partidos… No lo consiguieron; tanto es así que las opciones de playoffs se desvanecieron rápidamente.

La realidad es que los Hornets perdieron la confianza en Monk como de la noche a la mañana. Sin que tengamos claro el motivo –ya que como novato que es se entiende que debe pulir defectos–, Monk pasó enero disputando 6,5 minutos de promedio y quedándose hasta seis encuentros en blanco, una situación que se mantuvo en febrero. Fue sin duda el peor momento del rookie, con quien los Hornets negociaron un traspaso que le podría haber llevado a New York Knicks.

Levantando el vuelo

Pero no hay que cien años dure. Con la temporada perdida y sin tener claro el rumbo que tomará el equipo —quieren contratar a Mitch Kupchak como general manager–, en Charlotte decidieron hace semanas que había llegado la hora de levantar el ‘castigo’ a Monk, y este, pese a la falta de ritmo, ha respondido. En marzo, jugando ya 16,5 minutos, ha convertido 8,9 puntos. Y en abril, mes en el que se han disputado solo dos choques, alcanzó los 21 puntos contra Chicago, una cifra que no veía en su casillero desde el 7 de noviembre.

Nadie puede decir que no tenga cosas que mejorar para convertirse en un buen jugador de la NBA, pero enterrar su talento casi desde el primer día nunca será la solución. Con confianza y paciencia, los Hornets pueden encontrar en Monk una pieza más que interesante para su segunda unidad.


EXTRA NBAMANIACS

Nuestro trabajo en nbamaniacs es apoyado por lectores como tú. Conviértete en suscriptor para acceder a beneficios exclusivos: artículos especiales, newsletter, podcast, toda la web sin publicidad y una COMUNIDAD exclusiva en Discord para redactores y suscriptores.