Memphis Grizzlies sigue sin ganar –lleva solo dos victorias en los últimos 19 partidos–, pero Marc Gasol parece estar mucho más a gusto con la actual situación, al menos en lo que respecta al jefe del vestuario: J.B. Bickerstaff.
El comienzo de temporada, marcado por la lesión de Mike Conley, sumió a los de Tennessee en una depresión que desembocó en el despido de David Fizdale. No fue un simple cambio de entrenador, ya que las declaraciones previas de Gasol lo convirtieron en una especie de motivo para su salida.
No quedó ahí el tema. Indagando en el historial de relaciones de la estrella de los Grizzlies con anteriores entrenadores, se destapó que Dave Joerger, cuando dirigía al equipo, habría confesado a un periodista la sensación de que Marc estaba intentando que lo despidieran.
Ya haya tenido más o menos peso en el fin de Fizdale en Memphis, es indudable, tal y como él mismo ha reconocido, que la relación entre ambos no era buena. Por ello, escuchar como ahora no escatima en elogios para Bickerstaff no deja de ser una gran noticia aunque se muestre abierto a un traspaso.
«Lo ha hecho muy bien. Es la persona que pusieron para que estuviese en constante comunicación conmigo. También se encontró en una situación difícil en medio de mucha tensión y siempre intentó ayudar al equipo. Intentó mediar conmigo y Fizdale. Siempre es positivo. Siempre me ayuda a entender: ‘Haz tu trabajo. Controla lo que puedas controlar y lo demás llegará por sí mismo’. Nuestra comunicación ha sido realmente buena. Ambos vamos en la misma dirección, y eso es importante», explica a The Commercial Appeal.
Aprecio recíproco
Desde que Fizdale llegó a Memphis encomendó a Bickerstaff la tarea de llevar un seguimiento personalizado de Marc. Hablamos de sesiones de entrenamiento, vídeos, tiempos muertos… Algo que ahora se nota cuando el entrenador jefe interino habla de su pupilo.
«Todo se trata de crecer con él como persona, jugador y líder. Ha sido una voz dentro del equipo. Lo más importante es que todos los días trabaja a tope. Se ha llevado muchos golpes. Fácilmente podría pedir un día libre y nunca lo ha hecho. No se pierde un entrenamiento ni un partido. Su liderazgo hace de ejemplo para todos los demás», sentencia.