En Memphis no lograron hacer bueno el clásico dicho de ‘a entrenador nuevo, victoria segura’. Ni victoria, ni racha posterior ni nada que se le parezca. Desde que fuera destituido David Fizdale y su cargo lo ocupara JB Bickerstaff como entrenador interino, los Grizzlies acumulan un balance de cuatro victorias y doce derrotas, para un récord actual de 11-24, el cuál los sitúa penúltimos de la Conferencia Oeste, con los mismos triunfos que Dallas y sólo un partido perdido menos.
Se les agota el tiempo
Esto no hace bajar los brazos a Marc Gasol; no porque no quiera, sino porque permitírselo no es una opción. Los dos jugadores franquicia del equipo, Gasol y Conley, tienen 32 y 30 años respectivamente. Estar desde diciembre pensando en el octubre siguiente como punto de partida para arreglar las cosas, es simplemente una opción que no piensan barajar. A este paciente hay que intervenirlo ya.
«Voy a cumplir 33 años el próximo mes, no tengo tiempo para pasar una temporada sin competir. No puedo permitirme ese tipo de lujos, ni pensar que el próximo año puede ser mejor. Tengo una sensación de urgencia cuando se trata de ganar. Espero que en las próximas cinco o seis semanas la situación haya cambiado por completo y seamos un equipo más constante», ha explicado el pívot español en una entrevista para The Comercial Appeal.
Amago de despertar
Lo cierto es que los de Tennessee han ganado dos de sus últimos cuatro partidos; cualquier clavo ardiendo es bueno para aferrarse si puede convertirse en el primer punto de apoyo para su resurgir.
Los Grizzlies, Marc lo sabe y los lectores (y redactores) de nbamaniacs lo sabemos, no son un equipo digno de las cloacas clasificatorias… ni donde la palabra tanking se reciba con resignación ni mucho menos con agrado. El español quiere dejar esto bien claro. «Mi trabajo es que nadie se plantee algo parecido en el equipo, que nadie quiera tirar la temporada».
Gen anti-tanking
En esa misma línea se pronuncia su nuevo coach. «En este vestuario hay jugadores muy competitivos, en nuestros despachos también hay tipos muy competitivos. Damos lo mejor cada noche y luego los resultados son los que son. Pero por nuestra cabeza ni pasa el tanking. Solo buscamos la forma de salir del bache en el que estamos. Tenemos que seguir dando pasos, mantener una actitud positiva como grupo y ver hasta dónde somos capaces de llegar”.
A eso se refería el mediano de los Gasol cuando expresaba hace una semana que su mente y la de Bickerstaff avanzaban en la misma dirección. No importan tanto las derrotas como la actitud para salir de ellas y la vorágine de derrotismo en la que amenazaba con acomodarse parte del vestuario.
Queda mucha liga hasta mayo. 46 partidos en concreto para los Grizzlies; aún más de la mitad. Y si existe en estos momentos una franquicia que destaque por encima de la demás en rasgos como el pundonor, la persistencia o la lucha incansable ,esos son los Grizzlies.
Puede que Randolph y también Allen se hayan ido, pero mientras aguante el dúo Conley & Marc, siempre pervivirá algo de esos ‘Jail-Grizzlies’ que, a su manera, tosca, a veces rudimentaria pero encomiable y efectiva, los ha hecho durante el último lustro un equipo tan disfrutón, como capaz de casi todo.