El reciente despido de Nate McMillan por parte de los Pacers ha sido una de las sorpresas de los últimos días, no solo por la reciente extensión que había firmado sino por el buen rendimiento que había sacado del equipo en temporada regular. No obstante, ser barridos en primera ronda por segundo año consecutivo parece haber pesado mucho, y el propio técnico ha reconocido que confiaba en poder superar la primera frase.
«Fue el motivo por el que firmamos la extensión, porque teníamos esa oportunidad» afirmó en una entrevista concedida a Bob Kravitz, de The Athletic. «Sin embargo, en aquel momento pensaba que podríamos superarla porque íbamos a viajar a Orlando con una plantilla completamente sana».
Este, sin embargo, no fue el caso, pues McMillan no pudo contar finalmente con Domantas Sabonis, que se lesionó en la burbuja, lo que supuso que los Pacers se quedaran sin el que estaba siendo su mejor jugador. Algo similar ocurrió el año pasado con Victor Oladipo, quien tampoco pudo jugar durante el último tramo de temporada generando una baja más que dolorosa en la plantilla. Nate no quiso poner estas bajas como excusa, aunque sí reconoció que habían lastrado sus opciones.
«Si hubiese tenido a la plantilla disponible al completo y hubiésemos perdido, yo mismo habría tomado la decisión» reconoció. «Pero entiendo que a veces simplemente no se tiene buena suerte. Es como lo que está ocurriendo en nuestro país ahora mismo: no podemos echar la culpa al presidente de la pandemia, pero tienes que asumir la responsabilidad de lo que ocurre mientras estás al mando. No hemos conseguido pasar de ronda, así que eso es lo que me toca hacer, asumir la responsabilidad».
86 minutos de plantilla completa
Con todo, limitar los problemas de los Pacers con las lesiones a estas dos ausencias es quedarse bastante corto, pues lo cierto es que las bajas de hombres importantes han sido bastante recurrentes. En concreto, el quinteto titular, formado por Malcolm Brogdon, Victor Oladipo, T.J. Warren, Domantas Sabonis y Myles Turner, ha podido convivir sobre la pista mucho menos tiempo del que parecería óptimo de cara a resultar competitivos.
«Cuando Pritchard (presidente de la franquicia) me preguntó por la plantilla le dije que era un pedazo de equipo pero que apenas había podido verlos a todos juntos» comentó McMillan al respecto en otra entrevista anterior a su despido. «Él me confirmó que habían podido jugar juntos 86 minutos, lo cual me pareció increíble. Creo que tenemos talento de sobra, pero no podemos saber si las piezas encajan porque no hemos podido juntarlas».
(Fotografía de portada: Pool/Getty Images)