Con 28 años cumplidos, la experiencia de haber pasado por siete equipos, seis franquicias NBA y dos periodos en China, Michael Beasley se aproxima a una nueva etapa en su carrera profesional. Beasley acordó hace 10 días un contrato de una temporada con New York Knicks y espera que la nueva oportunidad le permita demostrar su valía en la pista y ser reconocido como él cree que debe serlo.
En una entrevista telefónica realizada este viernes con Marc Berman del New York Post Beasley, quien percibirá el sueldo mínimo para veteranos, se ha despachado agusto acerca de sus posibilidades tanto ofensivas como defensivas y ha criticado lo que se piensa de él de forma sistemática.
“Voy a aportar lo que vieron de mi en la universidad”, comentó Beasley al New York Post en referencia a los 26,2 puntos y 12,6 rebotes que promedió en Kansas State. “Simplemente necesito la oportunidad para mostrarlo. Mira a mi carrera de nueve temporadas, siempre he estado cerca a un punto por minuto. He sido siempre una canasta andante. Nadie puede pararme, nadie me ha parado en los últimos nueve años. Cada vez que he tocado la bola el defensor se ha asustado. Estoy en ese punto de mi carrera en el que no se me reconoce lo que soy”.
Demandando respeto
Beasley posee una media de 12,6 puntos a lo largo de su carrera NBA, resultando su mejor año ofensivo la campaña 2010-11 cuando acababa de llegar a Minnesota Timberwolves y promedió 19,2 puntos en 32,3 minutos con un 45 por ciento de acierto en tiros de campo. En los últimos años Beasley se ha seguido mostrando como un jugador capaz de anotar, aunque sus entrenadores en Houston (18,2 minutos, 12,8 puntos) y Milwaukee (16,7 minutos, 9,4 puntos) no han confiado excesivamente en él.
“Siempre he sido el callado, el tipo de persona que no se defiende a sí mismo. No siendo irrespetuoso. Pero quiero mi respeto. En los últimos nueve años he sido una canasta andante. Cada vez que necesites anotar te daré anotación, no importan las circunstancias y quién sea el jugador que me defienda”.
Su capacidad anotadora está fuera de toda duda, llamando la ateción especialmente cuando aprovechando su paso por la CBA —la liga de China— estableció récords anotadores en el All-Star de la competición al conseguir 59 y 63 puntos en 2015 y 2016 respectivamente.
La marihuana, siempre presente
La marihuana es, para desgracia de Beasley, un tema que suele estar presente cuando se habla de él. El jugador está cansado de ello, pero su historial parece que le perseguirá para siempre. Beasley ha tenido episodios con la marihuana que salieron a la luz pública —todos en verano— en 2008 (multa por posible consumo), 2011 (multa por posesión y posible consumo) y 2013 (multa por posesión, posible consumo y despido de los Suns).
Aparte de lo anterior, el capítulo de 2009 cuando se fue de Miami e ingresó en un centro de rehabilitación de Houston por voluntad propia sin que se supiera el motivo concreto y sin que ni siquiera su manager supiese qué estaba pasando en aquel momento. “Estoy un poco preocupado. No sé realmente qué es lo que ocurre”, dijo por aquel entonces Bruce Shingler, su manager, a Associated Press. “Solo sé que su madre está en camino para verle en Houston”.
“Ésa es la razón”, dijo Beasley hablando de la marihuana. “Cuando la gente me conoce dicen ‘Eres una persona totalmente diferente a lo que pensaba. Gran parte de mi carrera está basada en percepciones, en lo que la gente piensa que soy o debería ser. “Mi pasado es mi pasado. Ellos siguen recordándolo. Todo el mundo quiere que crezca y aprenda de mi pasado, de mis errores. Pero vosotros deberíais hacer lo mismo. Hace años que estoy fuera de cualquier incidente con marihuana o incidente en general. Pero es lo que todo el mundo comenta siempre. He crecido. Ahora es el momento de que vosotros también crezcáis”.
Quiere jugar más de forma habitual
Con los Bucks Beasley se mostró útil, pero jugó muy poco, la segunda temporada que menos lo hizo en su carrera no llegando a los 17 minutos por noche. Ése es un rol que ahora mismo no le atrae. “No había los minutos para mí que yo quería”, explicó sobre su situación en Milwaukee a las órdenes de Jason Kidd y rodeado de un núcleo de interesantes jugadores que actúan en su posición.
“No es que no me interese ayudar a los jóvenes, pero no estoy cómodo viendo más de 30 minutos de baloncesto cada noche. Creo que merecía más minutos de los que recibí. De ahora en adelante pienso que soy lo suficientemente bueno y he comprobado que no quiero ver más de la mitad de partido cada noche”.
La temporada 2017-18 sin duda es una incógnita para Beasley y una prueba de fuego para él, más teniendo en cuenta que su rol ofensivo podría aumentar considerablemente si como se espera Carmelo Anthony es traspasado y a cambio no llega alguien que pueda aportar una cifra similar de puntos a la que garantiza Melo cada noche. “Estando bajos los focos ante tanta gente hará que saque lo mejor de mí. Estoy deseando. Espero que todo el mundo esté deseando. Quiero jugar un baloncesto divertido y conseguir victorias para New York”.