La serie entre los Spurs y los Warriors también tiene algún momento para el humor. Por encima de toda la tensión propia de unas Finales del Oeste, a lo que hay que añadir la polémica por la lesión de Kawhi Leonard, siempre puede aflorar la comedia.
Y eso sucedió anoche, antes del Game 2, al que Mike Brown casi no llega porque fue parado por la policía. Los agentes del orden iban abriendo paso al bus de los Spurs, camino del Oracle Arena y Brown aprovechó esa realidad para saltarse todos y cada uno de los semáforos que encontró a su paso.
Fue entonces cuando uno de los policías le dio el alto, haciendo caso omiso de los ruegos del propio Brown, que repetía una y otra vez que era el entrenador de los Warriors. Finalmente, el técnico interino de Golden State se vio obligado a detener su coche, rodeado de motos policiales. Fue entonces cuando recibió una llamada de Gregg Popovich quien, muerto de la risa, había asistido a todo el espectáculo desde el autobús.
Mike Brown was almost arrested on his way to arena thanks to Gregg Popovich and the Spurs. He tells the story pic.twitter.com/Bvf59BkMbs
— Anthony Slater (@anthonyVslater) 16 de mayo de 2017
“Contesté al teléfono y Pops se estaba muriendo de la risa”, contó Brown tras un segundo partido al que finalmente sí pudo llegar.