Los Hornets están tratando activamente de cambiar su suerte tras largos años a la deriva. Su tercer pick en el draft de 2020 le abrió las puertas a LaMelo Ball, uno de los jugadores con más talento de la camada, y recientemente han causado un gran revuelo tras incorporar a Gordon Hayward bajo un contrato de cuatro años y 120 millones de dólares.
Este acuerdo provocó una extensa cantidad de reacciones de todo tipo, la mayoría de ellas centradas en la cuantía del mismo y el reciente historial de lesiones del alero. Sin embargo, el presidente de los Hornets, Mitch Kupchak, salió al paso para espantar cualquier tipo de preocupación al respecto. El directivo declaró que el jugador superó todas las pruebas con «un gran éxito», según recoge el medio New York Daily News.
Desde que recaló en los Celtics en verano de 2017 procedente de Utah, a Hayward le ha unido un affaire especial con las lesiones. En su partido de debut con la camiseta del Orgullo Verde sufrió una devastadora lesión de tobillo que terminó prematuramente con su temporada. Su recuperación fue lenta y desde entonces ha tenido problemas menores en la zona afectada. Ya esta pasada campaña también afrontaría otros problemas físicos, como la fractura de muñeca sufrida en noviembre de 2019 o una nueva lesión de tobillo en el primer partido de la serie de playoffs contra los 76ers.
Además, Kupchak reconoció que la idea original era ir a por el jugador en 2021 al considerar que aceptaría su opción de jugador. «No pensé que estaríamos en posición de incorporar a un agente libre del calibre de Gordon Hayward», declararía el presidente de los Hornets.
En su décima temporada en la NBA, el antiguo alumno de la Universidad de Butler promedió 17,5 puntos, 6,7 rebotes y 4,1 asistencias en un total de 52 partidos en Boston, con un acierto del 50% en tiros de campo y del 38,3% en triples.
Mientras esté sano, la llegada de Hayward a Charlotte reforzará el núcleo compuesto por jugadores como Devonte Graham, Miles Bridges, Malik Monk, Terry Rozier, P.J. Washington y el propio LaMelo Ball. La capacidad del alero para aportar desde la creación y sumar puntos debería de ser valiosa para un equipo que finalizó el pasado curso con un récord de 23 victorias y 42 derrotas. ¿Será suficiente para luchar por los playoffs?
(Fotografía de portada de Streeter Lecka/Getty Images)