Acudir a San Antonio es ahora mismo sinónimo de derrota casi asegurada.
Con los 26 puntos y 13 rebotes de LaMarcus Aldridge, y los 10 tantos (de 21 en total) que anotó Tony Parker en el último cuarto, los Spurs lograron vencer a los Clippers por 115-107 alargando de esta manera el balance de triunfos en casa (15-0).
Además de los dos jugadores destacados, los pupìlos de Gregg Popovich volvieron a demostrar que son un equipo equilibrado en cualquier posición, teniendo a gente como Kawhi Leonard (19 puntos), Tim Duncan (14) y Danny Green (10) tomando el pulso en ambos lados de la cancha.
Los Clippers, que curiosamente han jugado sólo 4 partidos en casa en este mes – la cifra más baja en la historia de la franquicia tras los tres que disputaron como locales en 1992 -, vieron como Chris Paul y sus 27 puntos y 10 asistencias no eran suficientes para parar el vendaval colectivo que ofrecen a cada partido los Spurs.
Blake Griffin, con 13 puntos durante la primera mitad, terminaría con 25 puntos a sus espaldas; y el protagonista del sempiterno hack, como es DeAndre Jordan, se iría hasta los 16 tantos y 17 rebotes.