En una jornada en la que precisamente no se han escrito maravillas sobre Rajon Rondo, más allá de su flojo rendimiento, debido a su cruce de declaraciones durante el partido de anoche con Rick Carlisle y que concluyó con el base ejerciendo de espectador desde el banquillo, rescatamos una noticia algo más halagüeña de hace un par de días.
Dice el refrán que no puedes enseñarle nuevos trucos a un perro viejo. Pero Rondo, de la mano de Dirk Nowitzki y, por extensión, de Holger Geschwindner —su entrenador personal de tiro desde hace más de dos décadas— están dispuestos a formular la excepción.
29 años y 47 por ciento de tino
A un soplido de velas de la treintena, Rondo ha logrado escasos progresos en cuanto a la efectividad de su tiro. Más bien ha padecido un retroceso. En las que fueron su tercera y cuarta temporada alcanzó su cenit de puntería en tiros de campo, superando la barrera del 50 por ciento. Desde entonces sus promedios han ido cayendo (excepto en la 2012-13) desplomándose en las dos últimas temporadas, marcadas por las lesiones, hasta un pobre 40%. Más tristes son aun sus rango desde las otras dos zonas de ejecución. En sus 9 años de profesional, su porcentaje desde el tiro libre es de 61%, y desde el triple del 25,2%.
En la siguiente tabla observamos su rango de acción y acierto a lo largo de su trayectoria NBA.
Rondo lee el juego como pocos en la NBA, su capacidad defensiva está muy reconocida, y además sabe mimar el balón. El único lunar del cuatro veces All-Star está en el tiro. Y para subsanar, o al menos reducir, el problema, Nowitzki le hizo a Rondo hace unas semanas una oferta irrechazable, como averiguó e informó Tim MacMahon, de ESPN.
Tal hecho comenzó a revelarse durante la sesión de calentamiento que enfrentó a Dallas contra los City Thunder en las vísperas del All-Star Weekend. Fue entonces cuando, tras la habitual ronda de Dirk supeditada por Holger, el alemán tomó el camino de los vestuarios mientras que su preparador se quedó en la pista… y empezó a trabajar con Rondo.
Al parecer, el jugador baluarte de los Mavs le habría dicho a su nuevo base que aprovechara la baja temporal que tuvo como consecuencia de su fractura facial. «Si quieres trabajar con Holger, ahora es el momento», le transmitió Nowitzki.
Encontrar su sitio en el equipo
Resulta paradójico que un jugador acostumbrado a hacer mejores a los que le rodean esté teniendo tantas dificultades para adaptarse al sistema de Carlisle. Es por ello que cualquier ayuda que reciba desde el interior será más que bienvenida. Los tejanos tienen un especialista para casi todo; y es de Perogrullo que Holger y Rondo están hechos para entenderse. Rondo necesita mejorar imperiosamente y sin dilación su tiro, y Holger es un apasionado de los retos.
Tan pronto como Rondo recibió el consejo de Dirk esté cogió el balón que le lanzaba y se puso manos a la obra con Geschwindner.
«Vi su sesión de tiro con Dirk un par de días antes del All-Star», dijo el de Louisville. «Sólo le hice un par de preguntas y empezamos a tirar».
El inconveniente es que las estancias en Estados Unidos de este experto en mecánica de tiro son puntuales durante cada temporada, en las que viene a pulir ciertos detalles con la estrella alemana para luego poner rumbo a Europa. Eso sí, en Playoffs, su convivencia con el equipo es total. No compra el billete de vuelta hasta que se termina el viaje de los suyos rumbo al título. Geschwindner vuelve a casa este viernes, pero ya tiene preparados los deberes para el playmaker, quién seguirá trabajando conforme a sus directrices. Y no lo hará en solitario, sino que contará con toda la ayuda que pueda brindarle el mejor de los pupilos y su, ahora, compañero de equipo ‘Robin Hood’ Nowitzki.
Mucho que tirar y mejorar
La franquicia que dirige Cuban tiene una curiosa filosofía de igualdad en cuanto a los destinados a ejecutar desde la distancia. La ofensiva de los Mavs está basada en conseguir tiros abiertos y despejados para los jugadores que estén en cancha. No importa quien sea. El caso es que quien reciba el balón en la situación idónea debe cargar y disparar. Por ahora, a Rondo no le va demasiado bien. Está empeorando los porcentajes de su carrera en lo que lleva vistiendo de blanco.
El alemán le apoya y defiende que no es un proceso sencillo y que llevará algún tiempo. «Es difícil. Yo he estado haciéndolo durante 20 años, y cuando él (Holger) se va por unas seis semanas es como si no hubiera tirado en la vida».
El coach, por su parte, sin mojarse ni afirmar ni desmentir nada reconoce la valía de su activo en el staff. «Holger ayuda a todos los que trabajan con él. Estoy bastante convencido de que trabajar con él es algo bastante positivo. Holger es alguien brillante cuando de lanzar se trata. No se si hay alguien en el planeta al que recomendaría antes que a él«, concluyó Carlisle.
Brandon Bass y Devin Harris son dos ejemplos de jugadores que han machacado su tiro a las órdenes del ex internacional alemán. Veremos ahora si Rondo, la guinda que venía a completar un quinteto estelar con pretensiones doradas y elevadas, asimila esas mejoras y las saca a relucir a mediados de abril, cuando se abra la veda, y en la que todos los que queden ya serán cazadores.