“Ojalá hubiera jugado más”, aseguró Kristaps Porzingis tras barrer a los Kings (118-91) y sumar 34 puntos en 26 minutos. A finales del tercer cuarto, con 28 arriba para New York, el letón se sentó y no volvió a jugar. “Sí, podría haber llegado a 40-45 puntos. Me sentía muy bien”, apuntó a ESPN.
El Madison asistió a otra exhibición de un hombre al que parece que ahora mismo únicamente las lesiones pueden limitar. Jeff Hornacek, consciente de ello, decidió dar descanso al que es ya su jugador franquicia, y que acarreaba problemas en el codo y en el pie. No es necesario forzar, no con un jugador cuya salud se antoja imprescindible para el futuro del equipo esta temporada. Los Knicks marchan felices en el Este con un balance de 7-5 y asentados en puestos de playoffs. Ciertamente inimaginable tras el 0-3 inicial que amenazaba con ruina en la Gran Manzana. Pero no.
The ? puts up 34 points in another magical performance!
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— NBA TV (@NBATV) 12 de noviembre de 2017
Porzingis hizo 4/6 en triples, además de colocarse por encima del 50 por ciento en el total de tiros de campo. Cuando su entrenador consideró que ya era suficiente, Porzingis dejó la velada con esos 34 puntos, que hacían que con su actuación individual superara en ese momento en puntos a todo el quinteto de los Kings (34-31).
Se trata de la octava vez en once partidos jugados por el báltico este curso en que llega o sobrepasa los 30 tantos. Estos 34 además son la cuarta mejor marca anotadora de la 2017-18.
Diferencias con el año pasado
¿Qué ha cambiado en estos Knicks solventes con respecto a los del curso anterior? El año pasado, tras doce encuentros, el balance era inverso (5-7) si bien hasta Navidades New York llegó a colocar un récord positivo, antes de su hundimiento definitivo a principios de 2017. “Este año la diferencia es que tratamos de jugar duro en defensa los 48 minutos, nunca nos rendimos. Estamos jugando juntos, compartiendo la pelota. Todos están implicados y todos somos peligrosos. Tenemos una mejor conexión como equipo”, explicaba el de Letonia a ESPN después de una nueva exhibición.
Una mejor defensa es también la clave del buen ritmo de los Knicks, no sólo por resultados, sino también por sensaciones. “Es enorme”, aseguró Porzingis sobre el trabajo realizado atrás, mérito en gran parte de un Jeff Hornacek que ha sido valiente con decisiones como las de Jarret Jack en la dirección del juego y que ha cambiado el rumbo a tiempo. “La pasada temporada estábamos confundidos sobre la defensa y no teníamos plena confianza en el sistema. Ahora, en la misma situación, sabemos que habrá partidos donde funcione mejor y peor, pero sabemos que si jugamos fuerte, cualquier partido es ganable”.
Porzingis, con 30,4 puntos en 11 encuentros, es el cuarto máximo anotador de la NBA y el tercer mejor en tapones, con 2,3 por duelo.