No es DeAndre Jordan, pero nadie imaginaba que iba a ser un parche tan eficiente. La tirita que se suponía, venía a ser Zaza Pachulia, se esta convirtiendo en sólida amalgama. El georgiano no sólo salva los muebles, sino que los barniza y embellece. La pintura de Dallas Mavericks, es más robusta con él, y Zaza lo sabe.
Los Milwaukee Bucks vieron necesario desprenderse del pívot para convencer y hacer hueco a Greg Monroe, y los Mavs, tras «la cobra» del verano, pescaron en río vuelto y resultó ser un buen ejemplar. Sólo les costó una nimia segunda ronda a cambio. Trueque más que amortizado ya.
El center, del cual pocas sorpresas cabía esperar adentrándose en su 13º temporada en la NBA, está dejando pasmado a más de uno. Actuaciones que le hacen promediar un estético doble-doble de 10,7 puntos y 10,7 rebotes, además de 1,8 asistencias y 1,1 tapones. Su confianza individual también tiene su premio colectivo. Los tejanos, a quienes se les barruntaba en denuedo por la octava plaza, se afianzan por ahora quintos con 22 victorias y 16 derrotas, y con siete triunfos de colchón sobre el noveno clasificado, fuera de Playoffs.
«Sé que es sorprendente para mucha gente, pero, honestamente, me siento como si acabara de nacer», ha dicho Pachulia para ESPN tras su retorno a Milwaukee el pasado viernes para enfrentarse a su ex equipo. «No me gusta decir nada malo sobre los lugares en los que he estado antes, pero ésta es la mejor situación en la que he estado en toda mi carrera. Jugar de titular, la experiencia de mis compañeros, la mentalidad ganadora…»
Un equipo asentado
Jason Kidd dio el bombazo el año pasado metiendo a los Bucks en Playoffs. Posee una plantilla joven y con talento, pero aún les queda mucho por crecer. El reflejo de ello es su situación actual en la retaguardia del Este. Los Mavs son todo lo contrario; veteranía y estabilidad. «Con mi anterior equipo todo era reconstrucción. Esta es una situación diferente para mí, donde este equipo tiene que ver todo con ganar, con tener éxito. Estoy agradecido por esta oportunidad».
Ave fénix
Lo cierto es que al jugador europeo le sobran motivos para sentirse feliz y, como él dice, renacido. A sus 31 años, se topa con la titularidad que no saboreaba desde que era jugador de Atlanta con, nada menos, que 21 años. Toda una década. Asimismo, promedia dobles dígitos, cosa que tampoco experimentaba desde la campaña 2006-07.
Dirk Nowitzki asegura estar encantado con él. Antes de verano no tenía nada claro como jugaba y se quedó un poco aplatanado cuando el propio Zaza le envió «unos highlitghts suyos de Youtube del año pasado». Lo que está viendo actualmente y en tiempo real en cancha, le está dejando fascinado.
Rick Carlisle, su técnico, se suma al carro. «Es muy listo. Ha descubierto la manera de jugar de manera eficiente y eficaz dentro de nuestro sistema, y le encanta el reto de tratar de ganar».
29 minutos son los que trota y se deja cada gota de sudor Pachulia en la cancha por noche. Ahora tiene, por fin, a su asueto perfecto aguardando en el banquillo: Javale Mcgee. La pintura maverick, quien lo diría, está a buen recaudo.