Los Clippers se van pareciendo poco a poco a lo que se podía imaginar. Siguen teniendo desconexiones y momentos en los que no está muy claro qué están haciendo en la cancha, pero estos empiezan a ser menos ante un talento desbordante que anoche remontó 22 puntos ante Golden State y que cerró la noche con tres canastas de su Big Three. Sí, hubo un héroe llamado por Paul George con el triple decisivo, pero para llegar ahí justo antes anotaron James Harden y Kawhi Leonard. El sueño de Steve Ballmer ya lo es menos.
«Esta fue una victoria de valentía para nosotros. Necesitábamos ganar así para seguir peleando, seguir luchando, seguir compitiendo y ganar un gran partido como este», comenta el head coach de la organización de Los Ángeles, Tyronn Lue.
Más allá de Russell Westbrook, cuyo papel desde el banquillo empieza a ser casi intrascendente –anoche fueron 18 minutos–, el entendimiento entre los otros tres All-Star empieza a ser un hecho. Ya no hablamos de aclarados como punto inicial, sino de jugadas en las que van conectando entre ellos. Por ahora no es una constante, pero ver a Harden encontrando a sus compañeros a lo largo y ancho del parqué ya es habitual.
Para lograr la remontada, necesitaron ir dando pequeños mordiscos en una segunda mitad que se terminó tornando en fantástica para ellos; tanto como para llevársela por 65-45 y vencer 113-112. La canasta final de Paul George, ante la atenta mirada de Klay Thompson, hizo explotar a la grada. No es para menos, no fue solo un triunfo, sino una noche para creer, para entender que el trabajo hecho empieza a tener la recompensa que esperan.
«Vaya, 22 puntos abajo… No queremos seguir jugando con ese continuo sube y baja. Queremos ser consistentes. Le dije a George y Leonard antes del partido: ‘Cojamos nuestro ritmo. Hagámoslo bien, como lo haremos más adelante durante la temporada. Empecemos ahora'», explica Harden
En cuanto a los números, el máximo anotador fue George con 25, James Harden aportó 21 y Kawhi Leonard se fue a los 20. Exacto, hubo reparto de responsabilidades para dar forma a un equipo que está claro que sigue teniendo gran margen de mejora.
La irregularidad de los Warriors
La realidad de Golden State no está muy lejos de los Clippers. Los chicos de Steve Kerr juegan realmente bien por momentos, pero son eso: momentos. En la primera mitad por momento parecieron ampliamente superiores –y es que lo estaban siendo–, pero en la segunda acabaron ahogándose en sus propias lagunas de juego. Stephen Curry fue el máximo anotador con 22 puntos, pero ni ver a Draymond Green meter cuatro triples en un solo cuarto –erró el que les hubiese dado el triunfo–, es suficiente en el presente para este equipo.
(Fotografía de Meg Oliphant/Getty Images)