Después de un 0-5 como visitantes los Dallas Mavericks se llevaron la primera alegría a domicilio tras un mes de competición. Los texanos encadenan su segunda victoria seguida, dentro de una buena racha de tres triunfos en los últimos cuatro partidos que les mueve a un balance de 5-8.
Y esa primera sonrisa fuera de casa llegó en Chicago (98-103) ante unos Bulls que manejan un balance parecido de victorias y derrotas que el de los Mavericks (4-10).
Era por tanto un duelo entre equipos destinados presumiblemente a ocupar las posiciones bajas del Este y del Oeste y donde se esperaba una buena batalla entre Zach LaVine y Luka Doncic que no fue tal. LaVine, el mejor de estos Bulls y uno de los mejores de este inicio de campaña en el conjunto de la NBA, siguió rindiendo a su nivel, insuficiente anoche para dejar el triunfo en la Ciudad del Viento: 26 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias y 4 robos, aunque todo emborronado con un nulo 0/6 en triples.
Discreto Doncic
Incluso así, volvió a ser el mejor de los suyos, pero decíamos que el duelo con Doncic no fue tal por las malas prestaciones del esloveno, que vivió una de sus peores noches en su todavía muy corta carrera en la NBA. Sin alarmas, estas cosas sucederán y el nivel muy alto que ha mostrado el novato no se vio anoche. Doncic, máximo anotador en la 2018-19 de todos los rookies, acabó con 11 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias, pero con un 25 por ciento en acierto en tiros de campo. Después de su debut, donde anotó 10 puntos contra los Suns, es la anotación más baja de exjuagdor del Real Madrid en un partido oficial de la liga.
Las discretas prestaciones de Doncic fueron suplidas por un notable Harrison Barnes, 23 puntos, y un efectivo J.J. Barea, 14 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias saliendo desde el banquillo. En la pintura, como siempre, Andre Jordan dominante, 16 rebotes.