R.J. Hampton necesitaba un cambio de aires. El base de 22 años había visto estancada por completo su progresión en Orlando e iniciar un nuevo camino en otro lugar era esencial para no terminar perdiéndose en la NBA. Por ello, una vez que los de Florida optaron por cortarle, se muestra encantado con haber llegado a Detroit, donde cree que tiene la posibilidad de seguir desarrollándose como jugador de baloncesto.
“Troy Weaver es un gran tipo, es alguien real que espera mucho de sus jugadores pero que también sabe lo que significa desarrollar jóvenes. Eso es algo que espero con ansias; me refiero a estar en una organización que se toma el tiempo necesario con los jugadores, que se toma el tiempo para descubrir las áreas en las que son realmente buenos y las debilidades que tienen. A partir de ahí generan una unión para que todo encaje. Creo que es genial en ese aspecto y estoy emocionado por ello», comenta a Omari Sankofa II de Detroit Free Press.
Aunque sus sensaciones son buenas, lo cierto es que Hampton tiene un gran trabajo por delante. En su debut con los de Michigan solo disputó cinco minutos para irse sin anotar. Necesita más tiempo y más protagonismo si su deseo es lograr un nuevo contrato que le permita seguir compitiendo en la NBA.
(Fotografía de Mike Ehrmann/Getty Images)