¡Qué divertido es ver jugar a Indiana! Esa frase se ha escuchado mucho desde que comenzó la temporada 2023-24 y, sin duda, tiene su porqué. Cada vez que saltan a la cancha, los Pacers proponen un ritmo alocado que convierte los partidos en una carrera constante sobre la cancha en la que Tyrese Haliburton se mueve como pez en el agua. Con tal juego y un balance de 9-7, se podría pensar que en Indianapolis no tienen queja; sin embargo, hay quien quiere algo más que una fiesta.
Pese a que su equipo ha sorprendido para bien, Rick Carlisle cree que ha llegado la hora de tomarse las cosas más en serio. Antes de jugar en casa ante los Blazers, con los que han perdido 110-114, el head coach de Indiana dejó claro que no pueden conformarse con el punto en el que se encuentran y que tienen que empezar a estar más comprometidos en defensa. Si eso no ocurre, podría tomar medidas en su rotación…
«Puedo empezar a sacar chicos de los partidos… Las cosas podrían ponerse feas y tal vez eso es lo que tiene que suceder. Tenemos muchachos esperando en el banquillo que estarían más que dispuestos a hacer ese tipo de tareas. Estamos tratando de desarrollar una cultura en la que la gente quiera hacer también las cosas complicadas», comenta a Dustik Dopirak de Indianapolis Star.
Parece que Carlisle quiere poner fin al correcalles que propone su equipo cada noche. Hasta la fecha los Pacers son el equipo más anotador de la campaña con 127,6 puntos anotados por partido, pero a su vez también lideran la de puntos permitidos con 124,8 por encuentro. El entrenador de los de Indianapolis quiere encontrar un equilibrio entre tanto desenfreno. ¿Lo conseguirá?
(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)