Los Kings son un equipo intrigante. Por momentos los chicos de Mike Brown parecen un par de escalones por debajo de los mejores equipos de la NBA, pero sin avisar hay noches en las que te parece que tienen armas para ir contra cualquiera; y sí, la última ha sido de esas.
Recibiendo a los Bucks, un equipo cuya única meta es el anillo, Sacramento sacó su mejor juego de la mano de De’Aaron Fox y Domantas Sabonis para no sólo derrotar a los de Wisconsin, sino acabar dándoles una paliza por 129-94 que puede servir de punto de inflexión, ya que los californianos son uno de los conjuntos metidos de lleno en la pelea por el acceso directo a playoffs en la Conferencia Oeste.
Volviendo al partido, Sacramento simplemente arrasó. En el segundo cuarto construyeron una renta de 20 puntos y desde ese momento los rondaron sin sobresalto alguno. Milwaukee no hizo ni cosquillas mientras su rival de iba de fiesta a costa de ellos, y es que les acabaron aplastando con un parcial de 34-16 en el último cuarto. De’Aaron Fox, autor de 29 puntos, cree que firmaron una de las mejores actuaciones defensivas del curso.
«Creo que hicimos un gran trabajo en defensa y creo que eso impulsó nuestro ataque. Obviamente anotamos 130 puntos, pero incluso si no jugamos tan bien ofensivamente, si tenemos un partido por debajo del promedio, anotando quizás 110, aun así ganaremos este juego por 15… Creo que este ha sido uno de los partidos más completos que hemos jugado este año», sentencia.
Lo cierto es que los Kings dominaron todas las facetas del juego. Porcentajes de tiro, rebotes, asistencias, robos… Fue un dominio absoluto que dejó muy tocados a unos Bucks que parecen vivir en una continua montaña rusa.
El récord de Sabonis
Si hay algo en Sacramento que está funcionando como un reloj eso es Domantas Sabonis. El jugador interior finalizó anoche con 22 puntos y 11 rebotes para establecer un nuevo récord en la historia de los Kings con el que fue su 47º doble-doble consecutivo en la actual temporada. Con tal marca deja atrás los 46 que llegó a firmar Jerry Lucas en la lejana campaña 1967-68.
Una derrota merecida
Esa es la opinión de Doc Rivers. El entrenador de los Bucks, quienes cierran la gira por California con un balance de 1-3, no pone paños calientes a la derrota y entona el mea culpa. «Nos lo merecimos esta noche. Es mi culpa. No los preparé mentalmente como debería. Hablamos tras la práctica de tiro de que si no estábamos muy concentrados sería un día largo. Y así fue. Depende de nosotros cambiarlo», explica.
En lo que concierne a las actuaciones individuales, Giannis Antetokounmpo concluyó con un doble-doble de 30 puntos y 13 rebotes, mientras que Damian Lillard sufrió una noche dura al quedarse en 10 puntos con un 2 de 12 en tiros de campo.
(Fotografía de Ezra Shaw/Getty Images)