La NBA anunció que cuatro jugadores habían dado positivo por coronavirus tras las pruebas de la última semana, y puede que sean cinco. Anoche, en pleno partido entre Brooklyn Nets y Philadelphia 76ers, conocimos que Seth Curry, quien estaba en el banquillo de los de Pensilvania, tenía coronavirus; informa ESPN.
Fue una situación extraña. El escolta, con un problema en el tobillo izquierdo, no podía jugar. Así, se le pudo ver sentado en el banquillo, justo entre las sillas del entrenador asistente Sam Cassell y su compañero Joel Embiid. Su permanencia en tal lugar, y siempre con la mascarilla puesta, se extendió durante todo el primer cuarto; justo hasta que los Sixers se enteraron del resultado positivo del test que se le había realizado.
Una vez certificado que tenía coronavirus, el shooting guard abandonó el Barclays Center para iniciar el pertinente aislamiento. Cumpliendo con el protocolo, Philadelphia está pasando la noche en Nueva York y por la mañana comenzará a rastrear los contactos a la vez que realizará una nueva ronda de pruebas; todo para asegurar que no existe un brote más allá del caso de Curry.
A la espera de conocer nuevos datos, Joel Embiid, quien se sentó al lado de Curry, ha asegurado que su familia –tiene un hijo de tres meses– se pondrá inmediatamente en cuarentena; es decir, no tendrá más contacto con ellos hasta tener la certeza de que no ha contraído el virus.
La lesión
Más allá de la prueba positiva en coronavirus, que es lo que más preocupa –y con razón–, Curry era baja ante los Nets por una lesión en el tobillo que el propio Doc Rivers admite desconocer cuándo se ha producido. «Sé que fue durante el partido del miércoles… creo que en algún momento del último cuarto. En relación a cuánto tiempo estará sin poder jugar… supongo que es algo que se verá día a día. No creo que sea una lesión grave», finaliza el head coach de unos 76ers que atesoran un fantástico balance de 7-2.
(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)