La que prometía ser una ilusionante y esperanzadora temporada 2022-23 ha terminado por convertirse en otro año de transición incluso antes de que esta arranque. La fractura en el pie derecho sufrida en un partido de exhibición celebrado en verano mantendrá a Chet Holgrem, flamante número dos del draft de 2022, en el dique seco durante todo el curso.
El novato emergía como el gran aliciente en Oklahoma City después de que la franquicia apenas realizase movimientos durante la temporada baja. Así, los Thunder se sumergirán de lleno en otra campaña en la que las derrotas se agolparán en el vestuario, con vistas, presumiblemente, al draft de 2023. Paralelamente, algunos rumores señalaron que otra campaña sin poder competir habría empezado a despertar cierto malestar en Shai Gilgeous-Alexander, estrella del equipo.
Sin embargo, el propio jugador ha querido despejar cualquier tipo de especulación ratificando su compromiso y confianza en el proyecto. «Sé con qué me comprometí cuando firmé una extensión por cinco temporadas. No creo que vayamos a perder por mucho más tiempo», declaró el guard, de acuerdo con el medio The Athletic. «No es como si me hubiera inscrito para perder o algo así. Creo en este equipo.»
El propio Gilgeous-Alexander no ha podido evadir la maldición que ha acompañado a los Thunder en lo que a lesiones se refiere. La pasada semana se anunció que el jugador se perderá el inicio del ‘training camp’ a causa de un esguince de ligamentos en su rodilla izquierda.
En todo caso, estas palabras aseguran la tranquilidad en el seno de la organización. Unas declaraciones que siguen la línea del general manager, Sam Presti, quien ha pedido paciencia y asegura que estas campañas en el pozo de la NBA devolverán sus frutos más pronto que tarde.
(Fotografía de portada de Harrison Barden/Getty Images)