El ’14’ no es un número especialmente agradable para los Kings. Después de que la temporada finalizara para ellos durante la primera semana de la burbuja, la cifra anteriormente citada corresponde al número de años sin firmar una aparición en los playoffs. Para encontrar la última vez que participaron en una eliminatoria hay que remontarse al 2006, coincidiendo con los últimos coletazos de aquel equipo dirigido por Rick Adelman que enamoró a muchos a inicios de siglo.
Esta nueva decepción se llevó por delante a Vlade Divac y Peja Stojakovic —curiosamente, componentes de aquella mística cuadra— y trajo consigo a Monte McNair como nuevo general manager. Inmediatamente, el nuevo jefe de las oficinas ratificó en su puesto al cuestionado Luke Walton. Pero no sin cierto recelo y compromiso por apuntalar el banquillo: hace una semana, la franquicia de California anunciaba la contratación de Alvin Gentry como entrenador asociado.
Steve Kerr, actual entrenador de los Warriors, ha aplaudido esta incorporación, la cual cree que insuflará una nueva bocanada de aire fresco a la organización. Gentry formó parte de su cuerpo técnico durante la temporada 2014-15 antes de aceptar el puesto de entrenador jefe en los Pelicans, el cual ocupó durante el siguiente lustro hasta ser recientemente destituido. Así, Kerr no tuvo sino palabras de elogio para el nuevo entrenador asociado de Sacramento, quien fue una pieza importante en la confección de la nueva identidad ofensiva de los Warriors.
«Trajo una nueva visión para nuestra estrategia ofensiva», admitió el técnico de Golden State a The Athletic. «Yo tenía algunas ideas sobre cómo íbamos a jugar, pero nunca las había implementado porque no había entrenado antes, así que realmente me apoyé en Alvin para enseñar a nuestros muchachos la ofensiva que queríamos ejecutar. Me apoyé en él para ayudarnos a mí y a nuestro personal a comprender el proceso de implementación del ataque. Cómo lo íbamos a hacer, cuánto tiempo nos iba a llevar, en qué nos enfocaríamos y cosas así.»
El resultado no pudo ser más positivo: lideraron la NBA en anotación y en PACE, ocuparon la segunda posición en ratio ofensivo y conquistaron el primero de los tres campeonatos que sumarían en el siguiente lustro. Y precisamente es en estos aspectos en los que los Kings esperan que Gentry pueda incidir.
En la temporada 2018-19, los de California finalizaron la temporada en novena posición en anotación (114,2 puntos) y en tercera en ritmo (103,9). Sin embargo, estas cifras cayeron estrepitosamente en el actual hasta los 110,1 puntos (22º) y 99,6 posesiones (19º). Esto se ha debido, en gran parte, a la apuesta de Luke Walton por el juego en media cancha, las largas posesiones y evitar las pérdidas de balón, principios que Divac quería ver en el equipo. Sin Vlade en las oficinas y con Gentry en el banquillo, el sistema volverá a sufrir un giro completo de sus principios.
«Sientes que las cosas empiezan a encajar. Luego te das cuenta de que lo más importante en el personal es la química», prosiguió Kerr. «Quieres que todas las personas se sientan valoradas y tengan voz. Y ahí es donde Alvin fue realmente importante. Teníamos muchos chicos nuevos en el equipo técnico. Fue muy importante por su experiencia y conocimiento, pero también por su humor y naturaleza desinteresada. Todos los días, Alvin sonríe. Nunca vino a trabajar de mal humor. Llegar al trabajo y ver una sonrisa en su rostro mientras cuenta una historia divertida y todos se preparan para el entrenamiento, supone un estímulo anímico importante para el grupo. Nuestro trabajo se produce en un ambiente estresante y su presencia fue muy importante.»
Si Gentry es capaz de implementar algunos de los ajustes que aportó a la dinastía de los Warriors y su humor desenfadado permiten construir un ambiente amistoso y cercano, quizá los Kings dejen atrás, de una vez por todas, sus fantasmas del pasado e incluyan su nombre en los playoffs.
(Fotografía de portada de Katelyn Mulcahy/Getty Images)