En 18 horas, el cielo se ha precipitado sobre la cabeza de Los Angeles Clippers.
Perdido el cuarto encuentro de la serie ante los Trail Blazers y con sus dos principales estrellas, Blake Griffin y Chris Paul, fuera para el resto de la temporada —el base será baja entre 4 y 6 semanas—. Una escabechina antológica y, prácticamente, definitiva para su temporada que deja un panorama totalmente nuevo en la eliminatoria y los Playoffs.
Así pues, sin Paul y Griffin en la columna de Doc Rivers, los Trail Blazers se sacuden el camuflaje y realmente emergen como serio competidor en la serie ante los Clippers.
¿Pueden llegar a ganar el cruce y presentarse en semifinales de conferencia? Estos días ya se ha visto que no solo de Damian Lillard y C.J. McCollum vive el equipo de Oregon. Además de eso (y de la serie empatada a 2) el ánimo en los Clippers estará bajo cero después de que su enfermería haya colgado el «no hay billetes».
Una realidad
Ante esta situación, el pase de Portland no sería una hecatombe. Con las cartas que la mesa muestra ahora mismo, es hasta posible. Y diremos más, con un Stephen Curry todavía privado de jugar —nadie lo quiera—, ¿podrían estos Blazers plantar cara a los Warriors y luchar por la Final del Oeste?
Quizá con Golden State noqueado sin su MVP y los Blazers en modo leyenda, podría darse tal situación. Pero es mucho divagar…
Desde luego y primeramente, los Clippers ya no pueden permitirse la licencia de mirar a su rival con displicencia. Los Blazers, de no estar casi invitados, han pasado infundir mucho respeto.