Si a inicios de curso alguien hubiese sugerido que un duelo entre Oklahoma City Thunder y Minnesota Timberwolves iba a ser crucial para dirimir el liderato del Oeste, le hubiesen tachado de loco. Cosas de la NBA. Los dos mejores equipos de la conferencia han hecho honor a las extraordinarias temporadas que están disputando con un duelo de poder a poder lleno de alternancias. Igualdad que Shai Gilgeous-Alexander pulverizó en el último periodo.
El base canadiense anotó 11 de sus 33 puntos en el último cuarto, incluyendo el triple que le dio la ventaja final a su equipo antes de entrar en el último minuto de juego. OKC llegó a ir perdiendo de 11 a falta de ocho minutos para el final. Pero primero Jalen Williams (20 PTS) y luego un Shai, que sacó petróleo de los emparejamientos con KAT y Gobert, encarrilaron el encuentro en Minny (102-97). Anthony Edwards tuvo tres tiros libres para empatar el partido a falta de 3,4 segundos, pero marró los tres.
Partido en el barro
Los Thunder se impusieron con facilidad en un inicio fulgurante en ambos lados de la cancha que los Wolves supieron parar a tiempo. Ya entre el final del primer periodo y el comienzo del segundo, Minnesota impuso su habitual tono defensivo para recortar distancias y anunciar que este no iba a ser un partido a 120 puntos, sino uno jugado a cara de perro. Edwards y Towns tuvieron sus momentos de partido, pero ninguno de los dos brilló en el cómputo global, quedándose ambos en 19 puntos con apenas 10 tiros de campo cada uno.
De hecho, volvió a ser un banquillo liderado por Naz Reid (18 PTS) y Jordan McLaughlin (8 PTS) quienes lideraron los mejores momentos ofensivos del encuentro para los Timberwolves. La segunda unidad de Minny anotó 34 puntos por 15 del de los Thunder. Esto, la dureza defensiva y un control abusivo del rebote (50-37 para los Wolves) mantuvieron a los Timberwolves en cabeza hasta la aparición de Shai en el último periodo. Karl-Anthony Towns y Rudy Gobert sumaron 39 capturas ante el solitario Holmgren (5 REB).
Las pérdidas mataron a Minnesota
Sin embargo, lo que realmente le costó el partido a los Wolves fue su horrendo último cuarto en ataque. Los Wolves encajaron 28 tantos en el cuarto periodo, lo cual entraba en la hoja de ruta. Pero se quedaron en tan solo 14 puntos con un pírrico 3 de 13 en tiros de campo. Las 20 pérdidas sumadas, siete de ellas en ese último parcial, acabaron desangrando a los de Chris Finch. «Es simple, tenemos que dejar de perder el balón. Se lo hemos regalado demasiadas veces», apuntaba Edwards al término del encuentro.
Con esta victoria, los Thunder (29-13) se quedan a un solo encuentro de los Wolves (30-12) por el liderato del Oeste. Esta es solo la tercera derrota de Minnesota en casa. OKC vuelve a demostrar que puede competir ante cualquier equipo de esta liga y que, una vez llegan los momentos calientes, pocas manos mejores en las que caer que las de SGA. «Siempre aparece en estos momentos, no estoy sorprendido. Tira con mucha confianza», pronunciaba un Luguentz Dort cuya defensa fue crucial en el triunfo.
«Hemos mostrado una gran resistencia. Una cosa es defender bien, pero hacerlo a este nivel en una noche tan pobre en el tiro es la clave», decía Mark Daigneault en rueda de prensa. Los Thunder tuvieron que sacar el pico para sacar una victoria que vale oro en su asalto al liderato del Oeste.
(Fotografía de portada de David Berding/Getty Images)