Las ausencias de los jugadores con motivo de los casos positivos de coronavirus, o del protocolo de seguimiento con casos cercanos, sigue siendo el problema de cada día de la NBA. El aumento de casos no ha mermado, y desde el 10 de enero hasta la fecha se han aplazado 21 partidos de los 22 totales que no se han podido disputar esta temporada.
Ahora ha sido el turno de los San Antonio Spurs y los New Orleans Pelicans. Según ha anunciado la NBA, ninguna de las dos franquicas llega al mínimo exigido para disputar un partido. Por lo que el encuentro que iba a tener lugar esta noche en el Smoothie King Center ha sido pospuesto. Esta noticia llega horas después que conozcamos el aplazamiento del choque del miércoles entre Grizzlies y Bulls, que supone la quinta suspensión consecutiva para los de Memphis.
Este último partido suspendido eleva el total en lo que va de temporada a 22 aplazamientos, y podemos arriesgarnos para asegurar que vendrán más suspensiones. La campaña pasada, la NBA logró abrirse camino para los playoffs jugando en una burbuja en Disney World en Orlando. Aunque de momento, Adam Silver ha dejado en claro que esa no es una posibilidad para este año.
Pero como ha visto la Liga, que la temporada se desarrolle en los estadios de los equipos ha demostrado ser extremadamente difícil. Los protocolos ante el COVID-19 se han endurecido en un esfuerzo por evitar una mayor propagación del virus, pero eso también ha sido rechazado por los jugadores. Hasta ahora, la NBA no ha considerado detener la temporada, pero si el virus continúa haciendo insostenibles los partidos, no se puede descartar.
(Fotografía de portada de Sean Gardner/Getty Images)