Una revelación tardía. Así podemos definir a unos Utah Jazz que durante casi dos meses parecían un equipo destinado a la lotería del draft y que ahora, tras ganar 14 de sus últimos 18 partidos, ocupa puesto de play-in e incluso amenaza con mirar a una clasificación directa a playoffs. ¿Su última víctima? Los Lakers, un equipo que cuando ganó la Copa NBA coleccionó elogios y que ahora parece en caída libre.
Tal cual suena. Si por Salt Lake City todo son sonrisas, por Los Ángeles ya se habla más de traspasos y el posible despido de Darvin Ham que de otra cosa. Es normal. El equipo está muy tocado tras una malísima racha de resultados y decisiones extrañas de su entrenador, quien hasta la pasada madrugada llevaba bastantes partidos jugando directamente sin base en su quinteto. Por cierto, anoche le respondió D’Angelo Russell con una soberbia actuación de 39 puntos; eso sí, insuficientes para evitar la derrota en Utah por 132-125.
A favor de los angelinos hay que decir que no contaron con LeBron James por un problema en el tobillo. Aunque en las últimas semanas haya bajado un poco su nivel, El Rey es el jefe absoluto de los de oro y púrpura y sin él todo se complica. Por supuesto que les queda Anthony Davis, quien contra los Jazz logró un triple-doble de 15 puntos, 15 rebotes y 11 asistencias, aunque el 5 de 21 que firmó en tiros de campo fue doloroso.
Lo cierto es que los Lakers estuvieron siempre metidos en el partido, pero como en otras ocasiones, simplemente no les alcanzó. Al inicio del último cuarto perdían por solo dos puntos. Parecía que con un zarpazo se lo podían llevar, pero fueron los chicos de Will Hardy quienes dieron el paso definitivo hacia el triunfo.
Los Jazz está trabajando como bloque, pero también gracias a individualidades que han dado un golpe sobre la mesa. Sin duda destaca Collin Sexton, quien dejó Cleveland por la puerta de atrás y anoche puso otro capítulo a unas excelentes semanas al irse hasta los 27 puntos. 29 logró Lauri Markkanen y Jordan Clarkson aportó otros 21 desde el banquillo. Utah está en un excelente momento y la única duda con ellos es si apostarán por esto o retrocederán quizás con algún traspaso antes de la fecha límite.
¿Un problema de equilibrio?
Los Lakers solo han ganado cuatro de sus últimos 15 partidos. Ese es el doloroso dato que les ha dejado incluso fuera de puestos que play-in y que ha hecho que salten todas las alarmas. Cuestionado por ello, D’Angelo Russell señala que no terminan de ser capaces de jugar con cierta regularidad a ambos extremos de la cancha y que no tienen muy claro por qué está ocurriendo.
«Cuando nuestra ofensiva va adelanta, es nuestra defensa la que no. Cuando nuestra defensa funciona, es nuestro ataque el que no lo hace. Realmente no sé qué está pasando», sentencia.
(Fotografía de Alex Goodlett/Getty Images)