Hasta ayer, la mejor racha de victorias de la temporada la tenían los Boston Celtics, el equipo que domina la clasificación de forma arrolladora. Hoy, sin embargo, comparten ese hito con el 11º clasificado de la Conferencia Oeste. Los Rockets, empeñados en mejorar dicha posición, se han hecho con su 11º triunfo consecutivo al derrotar a los Jazz por un sufrido 100-101, manteniéndose a un partido de los Warriors (dos en realidad por tener perdido el desempate) y aferrándose al sueño del play-in gracias a un inimaginable final de liga regular.
Si dicho sueño está vivo es en gran parte gracias a Jalen Green, que esta madrugada volvió a ejercer como la superestrella en la que parece haberse convertido durante el mes de marzo. Con 34 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, el escolta lideró una vez más a los texanos de principio a fin, incluyendo un último cuarto en el que llegaron 10 de sus tantos. Su habilidad para atacar el aro le valió para sumar varias canastas vitales en el tramo final, y su precisión desde el tiro libre fue también fundamental cuando hubo que cerrar el choque desde la línea de personal.
También resultó vital la irrupción de Fred VanVleet, discreto durante el resto de la noche pero totalmente encendido en el último parcial. Con 12 de los primeros 14 tantos de Houston en el cuarto, se encargó de contener a unos Jazz que parecían estar tomándole el pulso al encuentro, y cambió el momentum para dejar a Green el escenario perfecto para rematar la faena. El canadiense fue además el autor del tiro que puso el 99-95 a falta de 14 segundos, resolviendo con un tiro a tabla una posesión que se había ido complicando y que acabó valiendo media victoria.
Esta acción permitió a los de Udoka respirar con alivio tras un duelo en el que los Jazz, pese a no jugarse nada y haber perdido los siete encuentros anteriores, pusieron las cosas muy complicadas. John Collins y Collin Sexton, con 30 y 29 tantos respectivamente, estuvieron cerca de poner un final imprevisto a la más imprevisible aún racha de los Rockets, a quienes pusieron sobre aviso desde muy temprano.
Pese a las bajas de Markkanen y Clarkson y a que el equipo quedó relativamente desmantelado y en el limbo tras el mercado de traspasos, estos Jazz han demostrado poder hacer mucho con muy poco, y esta vez se quedaron a las puertas de ser quien frena al equipo más en forma de la NBA. No obstante, la marcha triunfal de Houston continúa. Ahora serán los Mavericks quienes traten de frenarlos. Si no lo hacen, serán los de Udoka quienes presuman de haber firmado la mejor racha de toda la temporada 23-24.
(Fotografía de portada: Carmen Mandato/Getty Images)