Oklahoma City ha encontrado algo especial a partir del segundo partido de su eliminatoria ante San Antonio. El primer asalto de las Finales del Oeste mostró de nuevo un equipo que ha hecho de su circulación de balón su principal arma, en este caso Golden State, atascándose de forma casi inédita ante los Thunder. La defensa orquestrada por Billy Donovan negó en el último cuarto lanzamientos fáciles a las estrellas de Golden State y el resultado acabó cayendo del lado visitante: 102-108.
Curry y Thompson golpearon primero
El principio, eso sí, parecía seguir el guión previsto. El poderío ofensivo de los Warriors se impuso en la primera mitad, especialmente ante un inicio irregular de Kevin Durant y Russell Westbrook. Steve Kerr, entrenador de Golden State, empezaba desmontando pronto a base de velocidad cualquier intento de Oklahoma City de poner juntos a sus dos torres, Steven Adams y Enes Kanter, marcando las primeras diferencias a favor de los Warriors.
En el segundo cuarto, llegaba otro clásico en partidos en el Oracle Arena. Stephen Curry y, especialmente, Klay Thompson empezaban a calentar muñeca. Por dentro, Serge Ibaka y Steven Adams intentaban compensarlo, pero Oklahoma City necesitaba mucho más a ambos lados de la cancha.
La furia de Westbrook
Y lo que encontraron tras el descanso fue un Westbrook descomunal. En la primera mitad, el base estuvo fallón en ataque (1/8 en tiros de campo), pero compensado en su distribución de balón. Lo que se vio después fue su mejor versión. Agresivo, atrevido y acertado. Los 19 puntos (de 27 totales, a los que añadió 12 asistencias, 6 rebotes y 7 robos) en el tercer cuarto no solo evitaron que se escapara Golden State, con su trío de All-Stars (Curry, Thompson, Green) a pleno rendimiento, sino que empezaron a crear una nada habitual sensación de inseguridad en el Oracle Arena.
Lo que pasó acabó helando a la apasionada afición de la Bay Area. Los Warriors se quedaron en solo 14 puntos en el último cuarto. Stephen Curry y Klay Thompson, espléndidamente defendidos, se combinaron para un 1/10 en tiros de campo. Golden State no pasó del 26,1% de acierto, sin encontrar la magia que tantos partidos les ha hecho ganar este año. Tampoco OKC estuvo fino mirando al aro, pero su mayor agresividad entrando en la pintura y su control del balón (ninguna pérdida en los últimos 16 minutos de partido) fueron decisivos para darle la vuelta al marcador de forma decisiva.
Curry terminó con 26 puntos, 10 rebotes, 7 asistencias y 3 robos, Thompson aportó 25 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias y Green 23 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias. Por los Thunder, aparte de Westbrook, en ataque destacaron Durant con 26 puntos y 10 rebotes y Adams con 16 puntos y 12 rebotes.
La polémica
Como está siendo tristemente habitual en estos Playoffs, otra jugada polémica empañó el final, con unos pasos no pitados de Russell Westbrook al resbalar su pie de apoyo en una transición ofensiva. Oklahoma City dominaba de tres puntos con 17 segundos por jugarse.
No travel called on Westbrook. pic.twitter.com/f2dVHaGkf1
— Kenny Ducey (@KennyDucey) May 17, 2016
Pero el daño estaba ya hecho de antemano. La defensa de los Thunder había secado a un equipo nada acostumbrado a quedarse sin pólvora en los minutos decisivos. Si fue agravado por el todavía estado físico del tocado Stephen Curry o sencillamente por una mala noche colectiva, se verá en los próximos partidos. Por lo pronto, el primer golpe lo dio OKC.