Fin (parece) a la odisea de Nik ‘Fog’ Stauskas, quien ha logrado lo que parecía imposible: que el meneo geográfico al que fue sometido Luke Ridnour hace unos años, haya quedado reducido a un rápido paseo en zapatillas a comprar el pan.
Y esta vez Stauskas lo ha hecho separándose de su fiel Rigodón; Wade Baldwin IV no acompañará en esta ocasión al escolta canadiense en el que será (insistimos, parece) su destino definitivo.
Y no obstante, como diría un tal Gerard: Cleveland, contigo empezó todo. Pues esta ciudad fue el corcho con el que se destapó la riada, y el primero de los tres cambios de equipo que afrontaría el jugador en menos de una semana.
Por entonces, en plena agitación del mercado, los Cavs recibían a Stauskas como parte de un trueque en el que lo importante, realmente, eran dos futuras rondas del Draft. Sin tiempo para respirar, lo mandaban a Houston, esta vez para hacerse con Marquese Chriss como pieza más interesante, además de otra (protegida) ronda del Draft.
Y ahora, con las aguas calmas y rondas para construir un par de barricadas, en Ohio –informa NBA.com– han decidido que merece la pena probar, ya sí de manera prolongada, el gen tirador de este chico de sólo 25 años y cuya carrera ha estado marcada, en casi todos los sentidos, por la irregularidad.
El jugador había sido despedido por los Pacers el 8 de febrero, y esta misma mañana ya lucía la equipación escarlata y atendía a los medios en las instalaciones deportivas de su nueva franquicia. «Ha sido una locura. Estoy contento de volver a entrenar».
4.935 millas (casi 8.000 kilómetros) de pabellón a pabellón desde el pasado 3 de febrero. Una semana en las que las maletas del jugador –virtualmente al menos, ya que el jugador no se movió de Cleveland por indicación de los equipos que le iban adquiriendo– han vivido en pleno el aeropuerto y que finalmente podrán abrirse de par en par en el que, por lo menos durante los tres próximos meses, podrá considerar su nuevo hogar.
Dorsal y norma. Stauskas lucirá el dorsal de su destino inicial en esta Guía Michelín : el ‘1’. Cleveland ha podido conseguir sus servicios ya que no fue el último equipo en traspasarle, de lo contrario hubiera ido contra las reglas NBA.
(Fotografía de portada de Abbie Parr/Getty Images)