Andrea Bargnani, uno de esos jugadores con «sangre de horchata» y que perfectamente puede desesperarte todos los partidos, realizó uno de los lanzamientos más inexplicables que he visto en toda mi vida. La situación fue la siguiente:
Con poco menos de 20 segundos para que finalizara la primera prórroga ante los Bucks, Carmelo Anthony lanzó por encima de Antetokounmpo y Knight cuando la posesión llegaba a su fin. No obstante, su intento no entraría y Tyson Chandler, que volvía tras superar una rotura de peroné, consiguió atrapar el rebote ofensivo y darle una nueva oportunidad al ataque de los Knicks.
Y aquí llegaría el glorioso momento de la noche con Bargnani como protagonista. El reloj volvía a los 24 segundos de posesión, los visitantes mandaban por un ajustado 94-92 y había que dejar que el tiempo avanzara. ¿Y qué hizo el italiano? Recibir el pase de Chandler y lanzar desde el triple cuando ningún defensor se oponía a él. Pero Andrea, que tu equipo solo estaba dos arriba… Que os jugabais la victoria.
Tal fue la situación, que hasta el comentarista y ex-jugador Walt Frazier no podía creer lo que acababa de hacer el italiano:
- «¿Qué está haciendo? ¿Qué está haciendo, amigos? ¿Por qué iba a lanzar el balón? ¿Por qué?»
- «Y Bargnani, por razones que él no conoce, decidió lanzar de tres».
- «Él nunca dudó».
Así es, Clyde. En un equipo en el cual Carmelo Anthony tiene que jugar 55 minutos para ganar; J.R. Smith decide tirar 17 triples, ¿por qué no iba a poder lanzar el italiano? Quería la gloria y la foto de la victoria con su triple ante los Bucks. Pero no, tuvo que jugarse una segunda prórroga ante el peor equipo de la Conferencia Este.