Ya sólo queda el barniz, el lacito, la última pieza del puzle. Los Boston Celtics se han tomado el verano como un reto personal por diseñar la plantilla definitiva que pueda mirar de tú a tú a Cleveland en el Este, y no arrugarse ante quien sea en las Finales frente al rey del Oeste. Y ahí están, con el boceto casi finiquitado.
Para bien o para mal, en Massachusetts han hecho su jugada y su quinteto estelar se dibuja, a priori, con Irving-Brown-Hayward-Morris-Horford. Suena bastante bien al oído. Pero casi tan importante como un buen cinco titular, es un banquillo de suplentes que haga chirriar lo menos posible la rotación. Y por ello, Danny Ainge estudia cuidadosamente la elección de su jugador número quince.
Con la llegada de Kyrie Irving ha salido más de lo que ha recibido (Thomas, Crowder, Zizic), lo que abre las puertas a una nueva contratación. Brad Stevens cuenta con Aron Baynes como recambio de Al Horford, pero parece insuficiente. Es por ello que en Boston habrían fijado un nuevo objetivo: Andrew Bogut.
Sustituto y complemento
El australiano, quien ha despertado el interés de varias franquicias a lo largo del verano, está ultimando su puesta a punto y llegaría para el comienzo de la temporada —recordemos que se lesionó en su debut con los Cavs en el pasado mes de mayo—. A sus 32 años, aún con minutos limitados en cualquier franquicia que le firme, se espera que pueda rendir a buen nivel el tiempo que pase en pista.
La idea de los Celtics, indica el Boston Globe, no es solo que le dé respiro a Horford, sino juntarlos puntualmente en pista desplazando al dominicano al puesto de ‘4’ y cediendo a Bogut el papel de ancla en la zona.
Año estéril
Tras tres temporadas como referencia bajo los aros de Golden State Warriors, salió rumbo a Dallas para dejar hueco a Durant. Su experiencia en los Mavs fue de lo más tibia. Entre lesiones y recuperaciones su contribución se saldó con 26 partidos, 3 puntos y 8,3 rebotes de promedio en 22,4 minutos.